Los sindicatos llaman a movilizarse

El secretario ejecutivo de Unións Agrarias, José Rodríguez, asegura que el sector lácteo gallego afronta "la peor crisis de su historia". Él y resto de los sindicatos agrarios más significativos de los que cuentan con representación en Galicia (Xóvenes Agricultores y Sindicato Labrego Galego) opinan que la solución pasa por movilizarse para reivindicar un plan de choque similar al de la banca o el automóvil.

Para el próximo día 16 de abril está convocada una manifestación en Madrid ante el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. La ministra, la gallega Elena Espinosa, se pue...

El secretario ejecutivo de Unións Agrarias, José Rodríguez, asegura que el sector lácteo gallego afronta "la peor crisis de su historia". Él y resto de los sindicatos agrarios más significativos de los que cuentan con representación en Galicia (Xóvenes Agricultores y Sindicato Labrego Galego) opinan que la solución pasa por movilizarse para reivindicar un plan de choque similar al de la banca o el automóvil.

Para el próximo día 16 de abril está convocada una manifestación en Madrid ante el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. La ministra, la gallega Elena Espinosa, se puede encontrar con 5.000 de sus paisanos que reclamarán una "decidida intervención" de la Administración para garantizar la recogida de toda la leche y unos precios de referencia "lógicos", tal y como demanda la secretaria general del Sindicato Labrego, Carmen Freire, quien establece que el precio en origen no puede estar por debajo de los 40 céntimos de euro.

Incluso el empresario y administrador único de Leche Río, Jesús Lence, la mayor empresa transformadora de lácteos en toda Galicia, reconoce que los ganaderos "algo tienen que hacer, porque cae el precio de venta y, por consiguiente, cae el precio de la leche que se recoge al productor".

Eso sí, Lence quiere dejar claro que en Galicia no entró "ni un solo litro" de leche líquida foránea desde enero, por lo que sostiene que la industria no tiene "ni la más mínima culpa" de la situación agónica del sector productivo lácteo. El empresario justificó, asimismo, el abandono de recogidas: "Si no tenemos precios de mercado, no vendemos y si no vendemos, no podemos recoger".