Este bis ha tardado 30 años
Viejas glorias de la canción vasca llenan el Kursaal en un emotivo recital - Los ocho cantantes recordaron a sus compañeros muertos
El Kursaal se puso en pie y prorrumpió en una larga ovacionó cuando los ocho cantantes subieron al escenario. Antton Valverde, Urko, Gorka Knörr, Iñaki Eizmendi, Gontzal Mendibil, Niko Etxart, Txomin Artola y Mixel Ducau iban a interpretar el primer bis del concierto Gu Gira. Eligieron el Errota zahar maitea, de Lourdes Iriondo, al que siguió entre vítores Maiteak galde egin zautan, de Imanol, ambos ya fallecidos. Tuvieron que sumar un tercero que no estaba previsto: Zenbat gera?, de Benito Lertxundi. Supuso el broche de oro al espectáculo: los 1.800 asistentes estallaron ...
El Kursaal se puso en pie y prorrumpió en una larga ovacionó cuando los ocho cantantes subieron al escenario. Antton Valverde, Urko, Gorka Knörr, Iñaki Eizmendi, Gontzal Mendibil, Niko Etxart, Txomin Artola y Mixel Ducau iban a interpretar el primer bis del concierto Gu Gira. Eligieron el Errota zahar maitea, de Lourdes Iriondo, al que siguió entre vítores Maiteak galde egin zautan, de Imanol, ambos ya fallecidos. Tuvieron que sumar un tercero que no estaba previsto: Zenbat gera?, de Benito Lertxundi. Supuso el broche de oro al espectáculo: los 1.800 asistentes estallaron en ese momento e improvisaron un gigantesco orfeón para entonar de principio a fin las últimas piezas de un listado de 22 temas.
El espectáculo se cerró entre vítores con el 'Zenbat gera?', de Benito Lertxundi
Los participantes se encerraron en sus camerinos para estar "muy concentrados"
El auditorio donostiarra se transmutó ayer en uno de aquellos kantaldis de la transición en los que se propagaba, pueblo a pueblo, la denominada Nueva Canción Vasca. El aforo estaba repleto -las entradas se agotaron en un santiamén tras anunciarse el concierto a mediados de marzo- para presenciar la vuelta a los escenarios de los cantautores que marcaron una época en los 70. Entre el público, el alcalde donostiarra, Odón Elorza, y la consejera de Cultura en funciones, Miren Azkarate, ésta ubicada en las últimas filas de la grada.
Las "viejas glorias" de la música euskaldun, como les definió un asistente, habían ensayado la víspera, pero ya estaban a primera hora en el cubo "para no perderse un detalle", aseguró un miembro de la Fundación Kursaal, organizador del evento junto al sello discográfico Elkar.
Antton Valverde, al piano, abrió el festival con un recuerdo emocionado a los cantantes de su generación fallecidos: "A ti Estitxu, Lourdes [Iriondo], Imanol y Mikel Laboa. Especialmente, a ti Julen [Lekuona]", dijo entre aplausos. Eligió el Itsasoan urak handi que compuso este último para comenzar la fiesta. Gorka Knörr y Urko se encargaron después de calentar el ambiente y provocar las primeras palmas con el clásico Trikitrauki.
El público fue entregándose a los protagonistas. Knörr, que se excusó por la voz -"Ya perdonaréis; las cuerdas vocales están afectadas"-, logró que el público se convirtiera en un coro con el Morts pour la patrie. Y así continuó casi ininterrumpidamente mientras duró el concierto.
El montaje comenzó a las ocho de la mañana, 12 horas antes del inicio del recital. Permanecieron recluidos en sus camerinos largo rato hasta el momento de su rentrée artística. "Se lo han tomado muy en serio. Han estado muy concentrado y no han querido que se les molestase", dijo uno de los organizadores. Sobre el escenario, cantaron temas inolvidables como Kapitalismoak, de Gontzal Mendibil; el Baga-biga de Laboa, con la voz de Etxart o el Euskal Rock & Roll, con Etxart y Ducau a dúo. Al finalizar, Urko se encontraba exultante: "Ha salido de primera, increíble", dijo a EL PAÍS.