Detenidos siete albañiles de Georgia que fingieron ser de la UE
¿Qué semejanza guardan los apellidos Berukashvili y Urelidis? ¿Se parece en algo el idioma georgiano al griego? Para un grupo de albañiles que están ansiosos por ingresar en la Unión Europea, la respuesta carece de importancia. Basta con que los funcionarios policiales crean que su pasaporte comunitario es perfectamente legal. Eso es lo que ha ocurrido con siete hombres nacidos en Georgia, que en los últimos meses se han hecho pasar por ciudadanos de la UE para trabajar en una empresa de la construcción ubicada en Castelldefels (Baix Llobregat). El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) les ha deten...
¿Qué semejanza guardan los apellidos Berukashvili y Urelidis? ¿Se parece en algo el idioma georgiano al griego? Para un grupo de albañiles que están ansiosos por ingresar en la Unión Europea, la respuesta carece de importancia. Basta con que los funcionarios policiales crean que su pasaporte comunitario es perfectamente legal. Eso es lo que ha ocurrido con siete hombres nacidos en Georgia, que en los últimos meses se han hecho pasar por ciudadanos de la UE para trabajar en una empresa de la construcción ubicada en Castelldefels (Baix Llobregat). El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) les ha detenido ahora por falsificación de documentos, usurpación de estado civil e infracción de la ley de extranjería.
Ésta es la primera vez que los investigadores de Barcelona se encuentran con algo tan singular como que un grupo de georgianos finja haber nacido en Grecia, pero también en países como Letonia y Lituania. Lo habitual, señalan fuentes policiales, es hallar a grupos de brasileños que, con la excusa del idioma, fingen que poseen la nacionalidad portuguesa para ganarse la vida en España.
La policía tiró del hilo cuando uno de los implicados, Anzori Berukashvili, presentó en una comisaría de Tarragona un pasaporte con un número de serie falsificado. Su nombre (ficticio) era Yanidis Urelidis, que había nacido (supuestamente) en Atenas. Los agentes comprobaron que estaba dado de alta en la empresa -el propietario no sabía nada del engaño- y descubrieron al resto de hombres, que se encuentran en situación irregular en España y no pudieron precisar de dónde sacaron la documentación falsa.