Los 'otros eventuales'
Los altos cargos, los asesores y, en general, el personal de confianza del tripartito forman el que podría ser colectivo de los otros eventuales, siempre con las maletas dispuestas en función de las elecciones y quién gobierne. Con todo, decenas de ellos llevan muchos años en esos puestos, tantos como el PNV lleva gobernando. Y con el posible cambio de Ejecutivo que se avecina, deberán hacer las maletas. Algunos volverán a sus puestos de funcionarios y a otros les buscara acomodo su partido.
Durante las dos últimas legislaturas en las que ha gobernado el tripartito formado...
Los altos cargos, los asesores y, en general, el personal de confianza del tripartito forman el que podría ser colectivo de los otros eventuales, siempre con las maletas dispuestas en función de las elecciones y quién gobierne. Con todo, decenas de ellos llevan muchos años en esos puestos, tantos como el PNV lleva gobernando. Y con el posible cambio de Ejecutivo que se avecina, deberán hacer las maletas. Algunos volverán a sus puestos de funcionarios y a otros les buscara acomodo su partido.
Durante las dos últimas legislaturas en las que ha gobernado el tripartito formado por el PNV, EA y EB, el número de altos cargos ha crecido en torno a un 15%. En el año 2002, cuando echó a andar la primera legislatura del tripartito, la Administración sumaba 178 altos cargos, que se repartían entre consejeros, viceconsejeros y directores. A finales de 2008, cuando la pasada legislatura tocó a su final, llegaban a 205.
El número de altos cargos se ha disparado un 15% en dos legislaturas
Presidencia es el departamento que mayor aumento ha registrado, pasando de 12 a 21. En Vicepresidencia la subida ha sido ligeramente inferior, de 12 a 20. Mientras, el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales, dirigido por Javier Madrazo quien no ha conseguido revalidar su escaño de EB por Vizcaya, ha pasado de 11 altos cargos en 2005 a los 15 actuales.
El PSE tiene claro que si finalmente accede a la presidencia del Ejecutivo la nómina de altos cargos y asesores debe aligerarse, algo en lo que coincide plenamente el Partido Popular, que previsiblemente le facilitará la investidura y quiere pactar con los socialistas algunos objetivos de la legislatura.
Además de los altos cargos, el futuro Gobierno también tendrá trabajo que desarrollar para adelgazar el personal adscrito a la tupida red de empresas públicas que pululan alrededor de la Administración. El número de trabajadores de las sociedades participadas (aquéllas en las que el Gobierno tiene menos de un 50% del capital), se eleva a 7.783, a los que hay que sumar los 2.916 empleados declarados como existentes en las empresas públicas (donde la participación del Gobierno es del 50% o más). De esta forma, la plantilla final dependiente de la Administración y fuera del Estatuto de la Función Pública y, por lo tanto, al margen de las exigencias de mérito y capacidad requeridas a los funcionarios, asciende por lo menos a 10.699 trabajadores. Los puestos de trabajo en este tipo de sociedades han crecido un 11,33% desde el año 2000. Al no poseer ninguna institución más del 50% del capital, estas sociedades logran escapar al control del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, lo que ha encendido las luces de alarma entre la oposición.