Las consecuencias de la explosión de Gavà

50 personas donan sangre en solidaridad con las víctimas

"Todos somos familia", dice un donante vecino de Gavà

Susana tiene 20 años y ayer donó sangre por primera vez en su vida. Lo hizo por solidaridad con sus vecinos del barrio de Ca n'Espinós que todavía siguen ingresados en los hospitales de Vall d'Hebron y Bellvitge. Una decisión que también tomaron otros 50 ciudadanos de Gavà, el máximo número de personas que puede atender una unidad móvil del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña en una sola mañana.

Tan sólo dos horas después de abrir sus puertas, la unidad había sobrepasado las expectativas previstas.

"Donar sangre es donar vida", con estas palabras destacaba Roger, otro vecino de...

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Susana tiene 20 años y ayer donó sangre por primera vez en su vida. Lo hizo por solidaridad con sus vecinos del barrio de Ca n'Espinós que todavía siguen ingresados en los hospitales de Vall d'Hebron y Bellvitge. Una decisión que también tomaron otros 50 ciudadanos de Gavà, el máximo número de personas que puede atender una unidad móvil del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña en una sola mañana.

Tan sólo dos horas después de abrir sus puertas, la unidad había sobrepasado las expectativas previstas.

"Donar sangre es donar vida", con estas palabras destacaba Roger, otro vecino del municipio, la importancia de donar sangre en momentos como éste. Él, su hija y su mujer se acercaron ayer hasta la plaza de Jaume Balmes para hacer su donación. Roger explicaba: "Esto es una tragedia y todos somos familia, aunque vivamos en diferentes barrios".

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Isabel trabaja en un puesto del mercado municipal y la semana pasada tuvo como clienta a la primera víctima mortal de la explosión: "Les conozco a todos de vista, aunque no les ponga cara. Sé que cada día pasan por el mercado, son nuestros vecinos". La anemia ha hecho que durante largo tiempo no haya podido donar; sin embargo, ayer aseguraba haber cenado la noche anterior "un filete casi crudo" para tener hierro y poder hacer la extracción.

Grano de arena

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El Banco de Sangre y Tejidos, centralizado para toda Cataluña en el hospital del Vall d'Hebron, tiene almacenadas 8.000 bolsas de sangre, cifra que cubre la necesidad actual de todos los centros sanitarios catalanes pero que, como cada año por estas fechas, necesita aportaciones para hacer frente a la siniestralidad vial de las navidades.

Por ello la responsable de promoción del Banco de Sangre, Gala Cortel, calificó de "muy exitosa" la donación de ayer, programada con tan poco tiempo y apenas sin difusión.

Cortel aseguró que la instalación de la unidad móvil se ha hecho a petición de los propios vecinos y del Ayuntamiento de Gavá, que ayudó a organizarlo todo en un tiempo mínimo. Los vecinos de Gavà respondieron desbordando las previsiones de participación. "Si la gente de Vall d'Hebron está haciendo todo lo posible por nuestros vecinos, utilizando toda la sangre que tienen, nosotros tenemos que ser los primeros en donar", aseguraba ayer la concejal Dori Sanz, que también quiso aportar "su pequeño grano de arena". Ésta fue de hecho la idea más repetida ayer entre los donantes, la de contribuir en la medida de lo posible para demostrar la solidaridad de una ciudad unida ante la tragedia. Un gesto que volvió a evidenciarse durante la tarde de ayer con una nueva concentración silenciosa a las puertas del Ayuntamiento, a la cual asistieron más de un centenar de personas.

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