La oposición condena al fracaso la ley de Juventud
El proyecto de ley de Juventud tiene un futuro muy negro. Al margen de que resulta improbable que dé tiempo para que pueda debatirse en pleno, la oposición en bloque lo rechaza y ha presentado diferentes enmiendas de totalidad solicitando la devolución al Gobierno. El PSE, el PP y EHAK critican varios aspectos del proyecto, entre ellos su falta de concreción y que haya sido enviado a última hora a la Cámara, cuando no queda tiempo material para su debate.
Los socialistas se sumaron ayer al rechazo que el miércoles había anunciado EHAK. Para el PSE, la remisión tardía del texto supone "e...
El proyecto de ley de Juventud tiene un futuro muy negro. Al margen de que resulta improbable que dé tiempo para que pueda debatirse en pleno, la oposición en bloque lo rechaza y ha presentado diferentes enmiendas de totalidad solicitando la devolución al Gobierno. El PSE, el PP y EHAK critican varios aspectos del proyecto, entre ellos su falta de concreción y que haya sido enviado a última hora a la Cámara, cuando no queda tiempo material para su debate.
Los socialistas se sumaron ayer al rechazo que el miércoles había anunciado EHAK. Para el PSE, la remisión tardía del texto supone "el colofón de un fraude a la juventud vasca, que el Gobierno vasco viene perpetrando desde el inicio del procedimiento de elaboración del proyecto de ley". Por ello, ha presentado una enmienda de totalidad.
Según los socialistas, el contenido del proyecto resulta tan limitado que sólo puede ser considerado un mero documento de intenciones. La parlamentaria Cristina Laborda asegura que carece de concreción a la hora de fijar fórmulas sobre las obligaciones de las distintas administraciones en políticas de juventud. "Sólo se establecen mandatos de futuro, que, además de depender en gran parte de la buena voluntad de los agentes que intervengan en ese futuro, hace que ni siquiera se introduzcan realmente cambios".
A Laborda le llama también la atención que, incluso cuando se crean figuras novedosas, se apalce su desarrollo hasta futuros reglamentos, "sin delimitar siquiera los aspectos básicos de la materia". Por su parte, EHAK considera que el proyecto sólo "pone parches a la situación que viven los jóvenes" y no asegura sus derechos, como el del trabajo o la vivienda.