Un padre intentó vender a sus dos hijas por 30.000 euros

La madre de las niñas, de cuatro y dos años, alertó a la policía

Pedía 30.000 euros por una niña de cuatro años y otra de dos. Fue el intercambio que la Guardia Urbana de Tarragona frustró a última hora el pasado martes, cuando el padre de las pequeñas y su tío, ambos de nacionalidad rumana, presuntamente se disponían a venderlas en un parque de la ciudad. Alertados por la madre, que pidió ayuda tras recibir una paliza por negarse a entregar a sus hijas, los agentes detuvieron a los dos hombres antes de que llegaran los compradores, confirmó ayer un portavoz policial.

El juez decretó la libertad con cargos para los dos hermanos, acusados de un delito...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Pedía 30.000 euros por una niña de cuatro años y otra de dos. Fue el intercambio que la Guardia Urbana de Tarragona frustró a última hora el pasado martes, cuando el padre de las pequeñas y su tío, ambos de nacionalidad rumana, presuntamente se disponían a venderlas en un parque de la ciudad. Alertados por la madre, que pidió ayuda tras recibir una paliza por negarse a entregar a sus hijas, los agentes detuvieron a los dos hombres antes de que llegaran los compradores, confirmó ayer un portavoz policial.

El juez decretó la libertad con cargos para los dos hermanos, acusados de un delito contra los derechos y deberes familiares, otro por agredir a la madre y les impuso una orden de alejamiento de las tres. El tío está imputado además por un delito de abuso a las menores. El juzgado también decretó el desamparo de las niñas, que deberán ingresar en un centro de menores. Otra persona, a quienes los arrestados señalaron como mediadora, fue detenida el miércoles y puesta ayer en libertad con cargos por un delito contra las relaciones familiares.

La investigación policial continúa abierta para buscar a los supuestos compradores, que huyeron tras percatarse del dispositivo policial, y a una posible red de trata de menores que habría querido aprovecharse de la tragedia de esta familia.

Se trata de un matrimonio cuya miseria es tristemente conocida en el barrio: malvivían con sus dos hijas en una fábrica abandonada y ruinosa, emplazada a los pies de la carretera que cruza Tarragona. Los vecinos llevaban meses intentado encontrarles una vivienda y un trabajo mediante el servicio de bienestar social de Tarragona. No lo lograron. La falta de medios empujó al padre a comerciar con sus hijas, explicó la madre a la policía.

Archivado En