36 'ojos' para Lavapiés

Lavapiés se convertirá en la cuarta zona de la capital que tenga vigilancia por videocámaras. Ésa es, al menos, la intención del Ayuntamiento, que ha solicitado la instalación de 36 ojos electrónicos para controlar una de las áreas con mayor delincuencia. La petición tiene que ser estudiada por la Comisión de Videovigilancia, presidida por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, tras informe de la Delegación del Gobierno en Madrid.

La videovigilancia ya funciona en el museo de esculturas al aire libre del paseo de la Castellana, en la plaza Mayor y en las calle...

Lavapiés se convertirá en la cuarta zona de la capital que tenga vigilancia por videocámaras. Ésa es, al menos, la intención del Ayuntamiento, que ha solicitado la instalación de 36 ojos electrónicos para controlar una de las áreas con mayor delincuencia. La petición tiene que ser estudiada por la Comisión de Videovigilancia, presidida por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, tras informe de la Delegación del Gobierno en Madrid.

La videovigilancia ya funciona en el museo de esculturas al aire libre del paseo de la Castellana, en la plaza Mayor y en las calles de Montera y Desengaño. En el caso de Lavapiés estarán en un triángulo delimitado por las plazas de la Cebada, del Duque de Alba, Tirso de Molina, Antón Martín, Lavapiés, Cascorro y Embajadores. Se instalarán cámaras fijas y giratorias. Así se controlarán las calles más conflictivas.

Lavapiés es una zona con un gran número de robos, además de trapicheo de drogas, en especial de hachís. Los vecinos siempre se han quejado de falta de seguridad y han reclamado mayor presencia policial.El Ayuntamiento ha presupuestado unos 600.000 euros para instalar las 36 cámaras. Poseerán un doble sistema de transmisión para no tener que hacer un gran desembolso. En aquellos lugares donde se pueda utilizar la fibra óptica se optará por la tecnología inalámbrica. De esta forma no será preciso dañar elementos arquitectónicos de edificios singulares.

Fuentes de la Concejalía de Seguridad aseguraron que las cámaras cumplirán la normativa vigente, en especial la ley orgánica de derecho al honor y a la intimidad personal.

Esta norma obliga a que se informe detalladamente a los ciudadanos que están entrando en un área de videovigilancia. Además, las imágenes tendrán que ser destruidas en un periodo máximo de un mes. Los fotogramas estarán custodiados por la Policía Municipal y sólo se podrán utilizar si los piden los jueces en el transcurso de una investigación.

La Concejalía de Seguridad tiene que enviar ahora a la Delegación del Gobierno un dossier detallado en el que explique los motivos de la instalación de los 36 ojos electrónicos. El departamento que dirige Soledad Mestre remitirá un informe favorable o no a la petición. En última instancia, será la Comisión de Vigilancia la que autorice su colocación. Antes de ponerlas en funcionamiento, los integrantes de esta comisión deberán dar el visto bueno. La ley prohíbe que sean grabados los interiores de los domicilios. Además, las personas podrán solicitar el borrado o cancelación de las grabaciones si ven afectada su intimidad.