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Se le acumula el trabajo al vicepresidente segundo, José Antonio Griñán. Esta semana comparece ante la Ejecutiva regional del PSOE y en el Pleno del Parlamento. En el primer foro puede que desvele en qué situación se encuentran las negociaciones para un nuevo sistema de financiación. Tampoco se descarta que aporte datos sobre lo que pasó realmente en los contactos Junta-Gobierno central sobre la deuda histórica. A lo mejor, los dirigentes socialistas se sorprenderán algo al conocer que no fue, como podría pensarse, la presión catalana la que impidió un acuerdo en esta materia sino, más bien, l...

Se le acumula el trabajo al vicepresidente segundo, José Antonio Griñán. Esta semana comparece ante la Ejecutiva regional del PSOE y en el Pleno del Parlamento. En el primer foro puede que desvele en qué situación se encuentran las negociaciones para un nuevo sistema de financiación. Tampoco se descarta que aporte datos sobre lo que pasó realmente en los contactos Junta-Gobierno central sobre la deuda histórica. A lo mejor, los dirigentes socialistas se sorprenderán algo al conocer que no fue, como podría pensarse, la presión catalana la que impidió un acuerdo en esta materia sino, más bien, la que ejercía el llamado grupo del Noroeste, integrado por comunidades como Asturias, Aragón o Extremadura impidiendo así un entendimiento mínimo que no sería bien asumido en dichos territorios, en manos, por cierto, de los socialistas. Tan destacada cita podría, igualmente, servirle a Griñán para aportar más detalles de los próximos presupuestos de la Junta.

A estas alturas de la película, aquí resulta impensable que se produzca cierta confluencia con el principal partido de la oposición para lograr así un respaldo a unas cuentas llamadas a responder a una de las mayores crisis a las que hay hacer frente. No, en cambio, en lo que se refiere a los Presupuestos Generales del Estado. Se apunta en la prensa catalana la posibilidad de que Rajoy los apoye teniendo en cuenta la coyuntura en la que nos encontramos. Sería la primera vez que ocurre algo así. Realmente insólito pero, al mismo tiempo, de un gran valor político para todos. Que los principales partidos cerrasen filas dejando atrás sus diferencias para hacer frente con mayores garantías de éxito a los difíciles momentos en los que nos encontramos constituiría toda una lección de ciudadanía y de sentido de Estado. Un ejercicio, en fin, de responsabilidad que sería muy bien valorado por todos. Todavía no es más que una especulación pero sólo enunciarla provoca cierta envidia ya que cabe preguntarse si tal cosa se podría dar aquí en relación a los presupuestos de la Junta aunque, en este caso, los votos de la oposición no son necesarios para su aprobación.

También esa misma prensa avanza que en los próximos días se podría cerrar un gran acuerdo del Govern con CiU para fijar una posición común con respecto a la Financiación Autonómica. Son, evidentemente, señales que apunta por dónde va la discusión política en otros territorios a diferencia de lo que aquí sucede. De todas formas, no está de más soñar y quién sabe si, incluso, a los populares les da por apoyar a Pablo Carrasco para la RTVA. De momento, se van a entrevistar con él en profundidad, dicen, para conocer sus planes. Para echarse a temblar, por lo de profundo digo.