Primeros días: peor para los padres que para los niños

El síndrome de la depresión posvacacional de los adultos se ha instalado en la opinión pública como una nueva enfermedad de la que se habla mucho en septiembre. ¿Existe el equivalente en los niños? Algunos expertos hablan de un "síndrome de la normalidad" para definir la ansiedad que provoca en algunos niños la vuelta a la rutina, aunque la mayoría coincide en que los niños se adaptan al cambio mejor que los adultos.

- El "fastidio" de los primeros días. "La mayoría se adapta al colegio con mucha facilidad. El inicio de curso puede les puede provocar fastidio, pero se les pasa a los tre...

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El síndrome de la depresión posvacacional de los adultos se ha instalado en la opinión pública como una nueva enfermedad de la que se habla mucho en septiembre. ¿Existe el equivalente en los niños? Algunos expertos hablan de un "síndrome de la normalidad" para definir la ansiedad que provoca en algunos niños la vuelta a la rutina, aunque la mayoría coincide en que los niños se adaptan al cambio mejor que los adultos.

- El "fastidio" de los primeros días. "La mayoría se adapta al colegio con mucha facilidad. El inicio de curso puede les puede provocar fastidio, pero se les pasa a los tres días. Un problema que dura tres días no es un problema", apunta Félix Fernández-Clemente, psicólogo escolar con 35 años de experiencia en colegios de Sevilla. En su opinión, el problema "se ha engordado" de forma artificial en la última década por la "excesiva" atención que dan los medios de comunicación e incluso los padres a la vuelta al cole.

- Una minoría resistente al cambio. Aunque la mayoría se acostumbra rápido, a algunos niños le cuesta más. "Hay un porcentaje bajo, entre el 5% y el 10%, que sí lo pasan mal. Pero son niños que tienen un perfil muy concreto de mucha resistencia al cambio. Les pasa al ir al colegio, pero también si van de campamento o se quedan unos días en casa de los abuelos", explica el psicólogo. Eso se puede manifestar en vómitos, llantos, alteraciones del sueño y dolores de cabeza y estómago los primeros días. "Lo importante es afrontarlo con tranquilidad porque son somatizaciones que desaparecen en una semana como mucho. La vuelta al colegio es algo normal y así hay que verlo, no como algo extraordinario", añade Fernández-Clemente.

- Miedo a septiembre. María José Lera, profesora titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla, señala que a menudo los niños asocian septiembre no sólo con el mes de la vuelta al colegio, sino con otras situaciones que les gustan menos como un exceso de actividades extraescolares y "si se observa rechazo a lo mejor no es sólo al colegio. Hay que plantear la vuelta poco a poco", recomienda Lera.

- Consejos para padres. Los psicólogos coinciden en que la vuelta al cole afecta más a los padres que a los hijos: desembolso económico, horarios estrictos, cambios de ritmo. "Hay que evitar transmitirle esos agobios a los hijos", explica Fernández-Clemente. "Lo mejor es que los padres mantengan una actitud positiva ante el niño: la alegría por el reencuentro con los amigos, ilusión porque ya es más mayor.

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