Crítica:POR MENOS DE 30 EUROS

El bar de tapas de Dani García

Lleva tres meses abierto y conoce un éxito desbordante. Se trata del penúltimo gastrobar (bar gastronómico bajo la dirección de un cocinero destacado), que el pasado mes de abril inauguró en el centro de Málaga el reputado chef Dani García, patrón del restaurante Calima de Marbella. Un bar de diseño, cuyo interiorismo ha corrido a cargo del arquitecto José Luis Galán, cuya atípica barra de cristal refrigerada, que se asemeja a los mostradores de las pastelerías de Pierre Hermé (París) y Paco Torreblanca (Elda), almacena algunos de sus mejores bocaditos.

En conjunto, tapas frías o...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Lleva tres meses abierto y conoce un éxito desbordante. Se trata del penúltimo gastrobar (bar gastronómico bajo la dirección de un cocinero destacado), que el pasado mes de abril inauguró en el centro de Málaga el reputado chef Dani García, patrón del restaurante Calima de Marbella. Un bar de diseño, cuyo interiorismo ha corrido a cargo del arquitecto José Luis Galán, cuya atípica barra de cristal refrigerada, que se asemeja a los mostradores de las pastelerías de Pierre Hermé (París) y Paco Torreblanca (Elda), almacena algunos de sus mejores bocaditos.

En conjunto, tapas frías o calientes, además de medias raciones, muchas de ellas elaboradas al momento por una brigada que dirige el joven Jesús Barrera, todas con el sello de quien ha sabido conferir rango de alta cocina a las recetas tradicionales andaluzas.

LA MORAGA

Fresca, 12. Málaga.

Teléfono: 952 22 68 51.

En La Moraga no se preparan frituras de pescado ni se sirven mariscos al peso. Sólo tapas de autor, como el mismo García las define, además de bocadillitos y guisos refinados. A modo de entrantes, nada como sus suculentas sopas frías (ajoblanco con coco y granizado de fresas, gazpacho de cerezas, porra antequerana con mozzarella), que se sirven en vasos de boca ancha. O la ensaladilla rusa con ventresca de atún. O la lasaña de boquerones en vinagre con pimientos y berenjenas, además del milhojas de foie gras con queso de cabra y manzana. Bastante más que simples tapas.

Para compartir y untar están sus terrinas: de foie gras con membrillo, de morcilla con manzana y de queso rallado al aceite de oliva. Y para concluir, algunos guisos de carne, incluidos los callos con garbanzos, las carrilleras de cerdo, el ravioli de rabo y un pinchito moruno. No desentonan los buñuelos de bacalao, pero decepcionan las croquetas, impropias de la casa.

La carta de vinos es correcta; los precios, moderados, y el servicio, afable. En un apartado dispone de dos mesas disputadísimas, para las que conviene contar con reserva.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS
El local, proyectado por el arquitecto José Luis Galán, cuenta con una barra de cristal refrigerada.JULIÁN ROJAS

Sobre la firma

Archivado En