Opinión personal

Quisiera manifestar mi personal disgusto al leer el artículo Berlusconi contra el Estado constitucional publicado el pasado domingo día 20 de julio en el diario EL PAÍS, a firma de Perfecto Andrés Ibáñez, magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo.

Aunque no comparta la tesis defendida por el autor, no es mi intención, en el pleno respeto de la libertad de opinión, analizar su contenido ni, mucho menos, polemizar con lo que el magistrado ha escrito a título, deseo imaginar, expresamente personal.

Aun así, teniendo también en cuenta que el señor Ibáñez añade a su fi...

Quisiera manifestar mi personal disgusto al leer el artículo Berlusconi contra el Estado constitucional publicado el pasado domingo día 20 de julio en el diario EL PAÍS, a firma de Perfecto Andrés Ibáñez, magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo.

Aunque no comparta la tesis defendida por el autor, no es mi intención, en el pleno respeto de la libertad de opinión, analizar su contenido ni, mucho menos, polemizar con lo que el magistrado ha escrito a título, deseo imaginar, expresamente personal.

Aun así, teniendo también en cuenta que el señor Ibáñez añade a su firma su función de magistrado, resulta realmente muy difícil separar su opinión personal de la que pueda expresar en función de su alto cargo de magistrado del Tribunal Supremo. Por ello no me parece procedente que se manifiesten públicamente críticas tan graves al jefe de Gobierno de un país amigo por parte de alguien que puede ser objetivamente y de forma muy directa reconducido al supremo órgano del poder judicial español.