Medio Ambiente propone un canon eólico que rechaza Industria

El gravamen se destinaría a compensar a municipios que no pueden tener molinos

Cuando falta una semana para que se haga pública la lista correspondiente a la primera criba de empresas que se presentaron al macroconcurso eólico, las consellerías de Innovación e Industria (BNG) y Medio Ambiente (PSdeG) han hecho explícitas sus criterios totalmente opuestos, en torno a un futuro canon que grave la energía eólica en Galicia. Siguiendo los pasos de la hidráulica, sobre la que se establecerá esta misma legislatura un impuesto a las grandes empresas, la explotación de los futuros parques eólicos tiene un nuevo frente en el establecimiento del canon, que promueve Medio Ambiente ...

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Cuando falta una semana para que se haga pública la lista correspondiente a la primera criba de empresas que se presentaron al macroconcurso eólico, las consellerías de Innovación e Industria (BNG) y Medio Ambiente (PSdeG) han hecho explícitas sus criterios totalmente opuestos, en torno a un futuro canon que grave la energía eólica en Galicia. Siguiendo los pasos de la hidráulica, sobre la que se establecerá esta misma legislatura un impuesto a las grandes empresas, la explotación de los futuros parques eólicos tiene un nuevo frente en el establecimiento del canon, que promueve Medio Ambiente y al que se opone el departamento de Industria.

La consellería que dirige el socialista Manuel Vázquez tercia en el proceso de adjudicación con la propuesta de una tasa que grave la actividad eólica de los futuros parques, por entender que es la forma más directa de que los beneficios que genera esta actividad redunden en la sociedad gallega. Según fuentes de dicho departamento, que aclararon ayer que el proceso está en su fase inicial, las poblaciones de zonas con un gran potencial eólico que no puedan aprovechar este recurso por cuestiones medioambientales, al prohibirse la instalación de parques, serán las beneficiarias de los ingresos generados por el futuro canon.En Medio Ambiente señalan como paradigma de esta situación las áreas incorporadas a la Red Natura, donde no se permitirá la puesta en marcha de molinos, pero que al mismo tiempo tienen en el viento un gran recurso, y ponen como ejemplo de ello poblaciones de zonas como O Courel, que pronto será considerada parque natural. De acuerdo con el sistema que propone dicha consellería, un "fondo común" con el dinero generado por el canon establecerá, a modo de compensación, un reparto equitativo de los beneficios para las áreas que se queden sin parques. El canon gravaría la actividad de los grupos que se presentan al concurso eólico que promueve Innovación, ya sean pertenecientes al sector energético o no, como sucede con muchas de las empresas que han concurrido.

Frente a esta propuesta, la Consellería de Innovación e Industria hizo explícito ayer que la de establecer un gravamen eólico "es una posibilidad que no se contempla" ni a corto ni a largo plazo. No tiene sentido, señalan desde el departamento que dirige el nacionalista Fernando Blanco, gravar con un impuesto una actividad, como es la producción de energía eólica, que está primada y subvencionada con recursos públicos en toda España, como sucede con otras fuentes renovables.

En una rueda de prensa, Fernando Blanco, recordó ayer que el decreto eólico es el que establece las condiciones de instalación de los parques, aunque apuntó que su departamento está dispuesto a primar la repotenciación de los ya existentes, además de abrir la puerta a "nuevos operadores" que aún no están presentes en el mapa eólico gallego. En todo caso, dejó la puerta abierta a la instalación de nuevos parques en la comunidad autónoma si se cumplen los requisitos que se establecen en el citado decreto, informa J. L. Estévez.

Medio Ambiente le remitía hace un mes a Blanco el Documento de Referencia para a Avaliación Ambiental Estratéxica do Plan Sectorial Eólico de Galicia, con la propuesta de "primar" la mejora de las eólicas ya existentes "frente a la instalación de nuevas", a fin de "minimizar" la superficie ocupada. Ayer, Manuel Vázquez defendía su planteamiento y advertía que "los parques se podrán adjudicar, pero su futuro estará siempre condicionado" por el desarrollo de la Evaluación Ambiental Estratéxica, que se hará después.

Innovación tiene previsto remitir para su publicación en el DOG la próxima semana una primera lista de empresas admitidas al concurso eólico, que adjudicará 2.325 nuevos megavatios y al que se han presentado cerca de 140 grupos. La criba será técnica, es decir, se eliminarán las propuestas que no cumplan los requisitos básicos por cuestiones de viabilidad de los proyectos o que no adopten criterios como justificar un mínimo de recursos propios que cubra el 20% de la inversión a realizar.

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La consellería de Blanco considera que son precisamente los planes industriales aparejados a las propuestas presentadas, y la participación pública en la explotación de los futuros parques, la mejor forma de garantizar que la explotación eólica vaya más allá y revierta en Galicia, ya sea a través de inversiones o de los dividendos de esa presencia pública en el capital de las sociedades adjudicatarias.

Según las propuestas presentadas, la presencia del sector público en el accionariado de los proyectos oscila entre un 10% y un 20%. Al concurso se han presentado proyectos de parques situados fuera de las áreas de desarrollo del actual Plan Sectorial Eólico de Galicia, y serán admitidos siempre que se hayan formalizado siguiendo requisitos expuestos en el decreto impulsado por Innovación.

En línea con el futuro impuesto eólico, en lo que queda de legislatura la Administración gallega aprobará el canon hidroeléctrico, para obtener un retorno social del impacto causado por las grandes presas en los ríos. El nuevo tributo afecta a 23 embalses hidráulicos, todos ellos en manos de tres compañías eléctricas: Iberdrola, Unión Fenosa y Endesa. Aunque el impuesto se aplicará en proporción al caudal de agua utilizado para producir electricidad, realmente se gravará a cada compañía en función de su facturación. Iberdrola será la más perjudicada, por delante de Unión Fenosa.

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