"No queremos ser un país sin peso en la UE"
Eoin Ó Broin, de 35 años, es el responsable político de la campaña del Sinn Fein, que es el único partido del arco parlamentario que defiende el no. En la República de Irlanda, el Sinn Fein es una organización mucho menos poderosa que en el Ulster, y sólo cuenta con cuatro de los 166 diputados de la Cámara baja.
Pregunta. ¿Por qué el no al tratado?
Respuesta. El tratado tiene distintos aspectos negativos. Nos preocupan especialmente los cambios institucionales; la pérdida del poder de veto en muchas áreas, en un sistema en el que no tendremos garantizado un comisario, y la reducc...
Eoin Ó Broin, de 35 años, es el responsable político de la campaña del Sinn Fein, que es el único partido del arco parlamentario que defiende el no. En la República de Irlanda, el Sinn Fein es una organización mucho menos poderosa que en el Ulster, y sólo cuenta con cuatro de los 166 diputados de la Cámara baja.
Pregunta. ¿Por qué el no al tratado?
Respuesta. El tratado tiene distintos aspectos negativos. Nos preocupan especialmente los cambios institucionales; la pérdida del poder de veto en muchas áreas, en un sistema en el que no tendremos garantizado un comisario, y la reducción sustancial de nuestro peso a la hora de adoptar decisiones. El Parlamento europeo es un órgano federal y aceptamos contar allí de acuerdo con nuestro peso demográfico. ¿Pero por qué en el Consejo de Europa? Ése es un foro de Gobiernos. Cada Gobierno, un Estado. No puede ser que haya Estados que, de facto, no cuenten nada. Y no queremos ser un país sin peso en la UE.
P. Su partido también ha centrado la campaña a favor del no en aspectos relacionados con la defensa.
R. Lisboa obliga a los Estados miembros a desarrollar su capacidad militar. Abre el terreno a cláusulas de solidaridad militar, algo que le acerca a la OTAN. Irlanda podrá rechazar participar en las misiones, está claro, pero dinero europeo irá destinado a estas cosas. Además, tenemos que volver a aceptar en el bloque el tratado Euratom, cuando Irlanda es radicalmente contraria a lo nuclear. Exigimos que se nos otorguen opt-outs [cláusulas de salida] en los temas militar y atómico, y que haya más protección de los derechos de los trabajadores y se cierre la puerta a la liberalización de los servicios públicos.
P. ¿No teme una paralización de la actividad europea?
R. Si bloqueamos el tratado, no habrá paralización. Los hechos lo demuestran. En 2004, la UE alcanzó un pico en directivas. En los años siguientes se ha mantenido en esos niveles, pese a las sucesivas ampliaciones y a que no hubo reformas, debido al fracaso de la Constitución.