800.000 euros colgados en el armario

Hace ahora un año, la Comunidad decidió que los agentes de las Brigadas Especiales de Seguridad, conocidas como las Bescam, llevaran un uniforme especial. El concurso, cuyo coste se elevó a 800.000 euros, se adjudicó por el procedimiento de urgencia. Las elecciones regionales y municipales estaban cerca y era necesario vender una nueva imagen policial. Han transcurrido más de 12 meses, pero los agentes siguen llevando los uniformes de las policías locales para las que trabajan.

Las Bescam dependían hasta el año pasado de la Consejería de Justicia e Interior, con Alfredo Prada a la cabez...

Hace ahora un año, la Comunidad decidió que los agentes de las Brigadas Especiales de Seguridad, conocidas como las Bescam, llevaran un uniforme especial. El concurso, cuyo coste se elevó a 800.000 euros, se adjudicó por el procedimiento de urgencia. Las elecciones regionales y municipales estaban cerca y era necesario vender una nueva imagen policial. Han transcurrido más de 12 meses, pero los agentes siguen llevando los uniformes de las policías locales para las que trabajan.

Las Bescam dependían hasta el año pasado de la Consejería de Justicia e Interior, con Alfredo Prada a la cabeza. La Academia de la Policía redactó un concurso para los 650 agentes que estaban en formación y que juraron su cargo el 10 de mayo del año pasado.

La mayor novedad estaba en un canesú en la espalda de color rojo

Sólo se utilizó el día que Aguirre entregó los despachos a los nuevos agentes

Las mayores innovaciones del nuevo uniforme estaban en la camisa. La descripción del pliego de condiciones lo describió como una prenda de color azul noche, "menos en la parte superior trasera, que incorpora un canesú de color rojo, de aproximadamente 25 centímetros de largo". En el pecho, espaldas y mangas se les insertó una cinta reflectante blanca con franjas rojas y blancas.

Pero el experimento del departamento de Prada se quedó en agua de borrajas. Los uniformes sólo fueron utilizados por los nuevos policías el día que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, entregó los despachos a los agentes.

¿Por qué no se utiliza esta indumentaria? Ante todo, porque los responsables policiales de la región no están por la labor. Varios mandos de policías locales de la región consultados por este periódico se negaron en rotundo a utilizar este uniforme. "¿Por qué los van a utilizar los agentes de la Bescam y el resto de policías va a ir con otra indumentaria? Eso al final sólo traería graves problemas para el ciudadano, que no sabría a quién tiene que acudir en caso de que tenga algún problema", explica un responsable policial de la zona sur de la región.

Pero el principal escollo que tienen que solventar las autoridades regionales es el de la normativa. El nuevo uniforme fue aprobado, desarrollado y confeccionado sin que hubiera una ley o un reglamento que obligara a unificar esta vestimenta en toda la región. Y la solución parece lejos de alcanzarse. El Gobierno regional está a la espera de aprobar la Ley de Coordinación de Policías Locales. El último anteproyecto fue presentado hace cuatro años. Fue desestimado a la espera de que el Ejecutivo central aprobara una nueva Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Pero el tiempo ha pasado y el Gobierno regional ha decidido sacar su ley. Ahora depende de la Consejería de Presidencia e Interior, con Francisco Granados de responsable. Su aprobación llevará varios meses. Y en ella tampoco se incluirá la regulación de nuevos uniformes. Deberá esperar al menos otro año, hasta que se consensúe un reglamento que desarrolle la ley y recoja los detalles más importantes. Entre ellos, los uniformes. Mientras, esos llamativos trajes que costaron 800.000 euros permanecen en el armario.