Análisis:Textos y documentos

El ADN de los empresarios

Un análisis de las controversias sobre la función empresarial

Desde múltiples ámbitos, como el religioso y el político, la función empresarial ha sido objeto de variadas e importantes controversias. Todavía hoy, cuando se realiza una encuesta acerca de la consideración sobre diferentes colectivos sociales, el empresarial no figura entre los más valorados o, cuando menos, los líderes empresariales no se sitúan de manera generalizada como referente de logro. Y es un lugar común que si este mismo ejercicio se hiciera en un país de corte anglosajón, el resultado sería netamente distinto.

Esta creencia relativa a la existencia de una menor propensión p...

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Desde múltiples ámbitos, como el religioso y el político, la función empresarial ha sido objeto de variadas e importantes controversias. Todavía hoy, cuando se realiza una encuesta acerca de la consideración sobre diferentes colectivos sociales, el empresarial no figura entre los más valorados o, cuando menos, los líderes empresariales no se sitúan de manera generalizada como referente de logro. Y es un lugar común que si este mismo ejercicio se hiciera en un país de corte anglosajón, el resultado sería netamente distinto.

Esta creencia relativa a la existencia de una menor propensión por parte de la sociedad española a desarrollar una actividad empresarial, es decir, a asumir un conjunto de riesgos como son los económicos, e incluso, como hemos dicho, reputacionales, y una mayor preferencia por actividades menos arriesgadas, es lo que ha llevado a Juan Moscoso del Prado a intentar descubrir algún elemento, sea este cultural, ideológico, histórico, que aporte evidencia empírica de ello.

EMPRENDEDORES Y FUNCIÓN EMPRESARIAL EN ESPAÑA

Juan Moscoso del Prado Hernández

Instituto de Estudios Económicos

ISBN: 978-84-88533-96-8

Frente a esas connotaciones negativas señaladas, hemos descubierto una nueva palabra: emprendedor. Quizá encontramos en ella otro sentido. David frente a Goliat. Schumacher, economista alemán asentado en Gran Bretaña, decía "small is beatiful", y el crecimiento (medida al uso relativa al éxito en la actividad empresarial) produce degeneración. Es en ese momento cuando el emprendedor se convierte en empresario, cuando se abre la veda a la crítica, muchas veces injusta por ser irreflexiva y automática. Y esta concepción, maniquea, sigue hoy muy vigente. Este libro de Juan Moscoso del Prado, en la actualidad diputado del Grupo Socialista en la Cámara baja, y que es la adaptación editorial de su tesis doctoral, puede contribuir a asentar la consideración social de la figura del empresario como un engranaje más del sistema económico que tiene como objetivo suministrar productos y servicios demandados por la sociedad.

Ciertamente España se encuentra cerrando la lista en los diversos indicadores que sobre emprendimiento, innovación y otros se vienen elaborando desde diversas instituciones internacionales. En muchos casos incluso detrás de algunos de los países recientemente incorporados a la Unión Europea. España sólo se salva en términos de educación, con una tasa de población con educación superior por encima de la media comunitaria. Y sin embargo, aun siendo la cualificación uno de los aspectos fundamentales que teóricamente definen la competitividad y capacidad de innovación de una sociedad, la población universitaria española no evidencia muestras de apetito por la actividad emprendedora, lo que resulta poco esperanzador. -

Javier López Somoza es socio de Afi.

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