Reportaje:

La ciencia celebra su magia

La Fiesta de la Ciencia combina ocio y divulgación en la Ciutadella

¿Se puede crear vida artificial? ¿Cómo sobrevive una planta en el desierto? Estas y otras preguntas encuentran respuesta en la Fiesta de la Ciencia, que organiza el Instituto de Cultura de Barcelona y se celebra en el parque de la Ciutadella durante el fin de semana. Un programa copado de experimentos, talleres y espectáculos que sirve para "acercar la ciencia a todo el que tenga curiosidad por saber el por qué de las cosas de una forma distendida", explica la coordinadora de la fiesta, Diana Escobar.

El universo y los astros siguen maravillando a los terrícolas, pero no hay nada que su...

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¿Se puede crear vida artificial? ¿Cómo sobrevive una planta en el desierto? Estas y otras preguntas encuentran respuesta en la Fiesta de la Ciencia, que organiza el Instituto de Cultura de Barcelona y se celebra en el parque de la Ciutadella durante el fin de semana. Un programa copado de experimentos, talleres y espectáculos que sirve para "acercar la ciencia a todo el que tenga curiosidad por saber el por qué de las cosas de una forma distendida", explica la coordinadora de la fiesta, Diana Escobar.

El universo y los astros siguen maravillando a los terrícolas, pero no hay nada que suscite más curiosidad que el propio ser humano: cómo evolucionó, cómo funciona su cerebro, qué hay detrás de una compra compulsiva... y qué aspecto tiene su ADN. Un taller demuestra que con cinco minutos, saliva y jabón de lavar platos, uno puede ver su propio material genético a simple vista y llevárselo a casa en un botecito. "¡Es increíble pensar que estos hilos blancos son el famoso ADN y que, además, han salido de mis células!", exclama Eva Alcázar, de 24 años, que acudió ayer al parque con su marido y su hija. "Estoy boquiabierta, es una opción divertida y barata para pasar un día en familia y lo recomiendo a todo el mundo", añadió antes de dirigirse a un taller sobre los misterios de la percepción.

Un taller permite ver el ADN a simple vista y llevárselo a casa en un bote

Allí se agolpaban familias, parejas y algún que otro turista despistado atraídos por el enigma de las ilusiones visuales. Todos fijaban la mirada en una espiral blanca y negra en movimiento y a continuación miran la palma de su mano. Siguen risas, exclamaciones y cuchicheos, hasta que un adolescente revela el misterio: "¡parece que se está dilatando la mano!".

Si los niños estaban encantados con los espectáculos cómicos sobre el origen del viento y la diversidad de las patatas, los mayores se lo pasaban en grande probando todo tipo de telescopios y asistiendo a un espectáculo de prestidigitación. "Donde no llega la ciencia, llega la ilusión", concluyó el mago. La fiesta continúa hoy de diez de la mañana a tres de la tarde.

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