El mal ejemplo de la Generalitat

La Generalitat valenciana es la única Administración autonómica del Estado que no ha regulado un fondo de suficiencia financiera para los Ayuntamientos. De una u otra manera, todos los gobiernos autonómicos, salvo los de las ciudades de Ceuta y Melilla, han fijado una serie de criterios para garantizar la distribución equitativa de fondos públicos entre los Ayuntamientos, al menos entre los de cierto tamaño, los que superan los 20.000 habitantes.

El reciente debate en Cortes de una proposición socialista que apostaba por la creación de ese fondo puso de relieve el escaso interés del Con...

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La Generalitat valenciana es la única Administración autonómica del Estado que no ha regulado un fondo de suficiencia financiera para los Ayuntamientos. De una u otra manera, todos los gobiernos autonómicos, salvo los de las ciudades de Ceuta y Melilla, han fijado una serie de criterios para garantizar la distribución equitativa de fondos públicos entre los Ayuntamientos, al menos entre los de cierto tamaño, los que superan los 20.000 habitantes.

El reciente debate en Cortes de una proposición socialista que apostaba por la creación de ese fondo puso de relieve el escaso interés del Consell por regular la materia. Los socialistas denunciaron que la ausencia de criterios equitativos permite a la Generalitat financiar una plaza de toros en Xàtiva con un coste multimillonario y abandonar a su suerte al resto de corporaciones locales. Los populares esgrimieron toda una serie de líneas presupuestarias destinadas a las Corporaciones locales, cuya cuantía es muy menor y cuya distribución sigue siendo discrecional.

En diciembre del año pasado, el Gobierno central reguló a través de un decreto la posibilidad de exigir planes de estabilidad presupuestaria a las Corporaciones locales cuya deuda se dispare.

El decreto atribuye a la Generalitat potestad para intervenir en las cuentas locales en ciertos supuestos, pero la autoridad del Consell queda en entredicho a la vista del incumplimiento de los planes de endeudamiento autonómico acordados con el Gobierno central y el resto de gobiernos autonómicos en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

La deuda pública de la Generalitat alcanzaba los 11.550 millones de euros a 31 de diciembre de 2007. Duplica la media de las comunidades autónomas en términos de deuda por habitante y arroja la mayor proporción en relación con la riqueza regional puesto que representa el 11,4% del PIB. Solo Cataluña supera a la Comunidad Valenciana en valores absolutos de su deuda, pero la deuda catalana representa un 7,6% de su PIB.

La Generalitat todavía negocia con el Gobierno el plan de endeudamiento para 2007. El Ministerio de Hacienda se ha plantado a la vista del incumplimiento del plan de endeudamiento para 2006. La deuda de la Generalitat creció en 600 millones de euros en 2006, el doble de lo permitido. Y otros 550 millones de euros en 2007.

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La Sindicatura de Comptes, el órgano fiscalizador de las cuentas públicas en la Comunidad Valenciana, carece de autoridad para sancionar a los Ayuntamientos cuya contabilidad no se ajuste a la norma. Pero puede trasladar los resultados de sus pesquisas al Tribunal de Cuentas, de ámbito estatal, que sí tiene autoridad para sancionar las malas prácticas contables.

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