Reportaje:

'Mossos' frente a trastornados

Los agentes aprenden a tratar con enfermos mentales

Cuando Dolors, la psicóloga, le llama por su nombre para presentarle a los alumnos, Ramiro se retuerce, nervioso, en su asiento. Al poco, se pone en pie y grita. Cada vez más excitado, busca un lugar donde esconderse. "¡Me has engañado!", exclama el joven, que huye de Dolors mientras ésta le agarra por la chaqueta. La escena deja pálidos a la veintena de mossos que asisten a clase. Creen que la situación está fuera de control.

"¡Soy esquizofrénico paranoide!", repite Ramiro. La mujer cambia entonces de registro y le habla pausadamente. "¿Te sientas y nos explicas qué te pasa?" El...

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Cuando Dolors, la psicóloga, le llama por su nombre para presentarle a los alumnos, Ramiro se retuerce, nervioso, en su asiento. Al poco, se pone en pie y grita. Cada vez más excitado, busca un lugar donde esconderse. "¡Me has engañado!", exclama el joven, que huye de Dolors mientras ésta le agarra por la chaqueta. La escena deja pálidos a la veintena de mossos que asisten a clase. Creen que la situación está fuera de control.

"¡Soy esquizofrénico paranoide!", repite Ramiro. La mujer cambia entonces de registro y le habla pausadamente. "¿Te sientas y nos explicas qué te pasa?" El joven retira de la mesa dos teléfonos móviles. En la cara de Dolors se dibuja una media sonrisa. "Dinos tus aficiones". "Me gusta... actuar", contesta Ramiro, que recobra de golpe la serenidad y ya no parece un trastornado.

Todo ha sido un montaje. Los alumnos respiran y aplauden la farsa, que sirve a la profesional para lanzar una pregunta: "¿Qué haríais si esto os pasa en la calle, de verdad?". A ésa y otras cuestiones se han enfrentado los policías que han asistido a un curso sobre intervenciones policiales ante patologías psicológicas, organizado por el Sindicato de Policías de Cataluña. "Es lamentable que el Departamento de Interior no ofrezca esta formación", se queja un portavoz sindical.

El curso, celebrado en la comisaría de Sants, ha dado a los agentes recursos para afrontar situaciones de riesgo con enfermos mentales. Se trata de reconocer las patologías, el comportamiento de quienes las sufren, y la manera de actuar, para reducir al mínimo el uso del arma reglamentaria y animar al agente a "reconducir la situación", explica la psicóloga Sara Bosch.

"No siempre se pueden resolver los conflictos con palabras. Pero ahora saben hacerlo", prosigue Bosch. El objetivo es evitar nuevos sucesos como el ocurrido en Malgrat hace un año, cuando un mosso mató de un disparo a un esquizofrénico que intentó agredirle con un pico. Aunque no hay una receta mágica, sí existe una fórmula útil: "Ante todo, mucha calma", insiste Bosch.

En una de las clases, un vídeo muestra a un hombre con intenciones suicidas, subido a la valla de una carretera. "Yo le diría que bajase y se tomara una cerveza", bromea un alumno. Error. Hay que rebajar la tensión acercándose, poco a poco, al sujeto. Otro ejemplo: "En la escuela de policía nos dijeron que había que seguir el hilo. Y que si un hombre ve un OVNI, le digamos que sí", relata otro agente. Dolors matiza -"no se trata de que los dos deliréis"- y Bosch completa la respuesta: "El enfermo está convencido de que lo que dice es real. Si cuestionáis lo que dice, se siente atacado".

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