Cercanías perdió más de cinco millones de usuarios el pasado año

El transporte público ganó 24 millones de pasajeros a lo largo de 2007

El transporte público de la Región Metropolitana de Barcelona registró el pasado año 934,8 millones de viajes. El aumento se produjo en todos los modos de transporte menos en uno: el servicio de Cercanías de Renfe perdió el 4,4% del pasaje. Los 122,5 millones de 2006 se convirtieron en 2007 en 117,1 millones. Es decir, un retroceso de casi 5,5 millones de desplazamientos. Lo más llamativo es que este retroceso afecta a las cuatro líneas tradicionales de Cercanías. La 2, que fue la cortada tras los problemas en las obras del AVE en Bellvitge, perdió tres millones de pasajeros, pero la 1 (la del...

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El transporte público de la Región Metropolitana de Barcelona registró el pasado año 934,8 millones de viajes. El aumento se produjo en todos los modos de transporte menos en uno: el servicio de Cercanías de Renfe perdió el 4,4% del pasaje. Los 122,5 millones de 2006 se convirtieron en 2007 en 117,1 millones. Es decir, un retroceso de casi 5,5 millones de desplazamientos. Lo más llamativo es que este retroceso afecta a las cuatro líneas tradicionales de Cercanías. La 2, que fue la cortada tras los problemas en las obras del AVE en Bellvitge, perdió tres millones de pasajeros, pero la 1 (la del Maresme) tuvo también dos millones menos de usuarios. Sólo aguantaron la 10 (aeropuerto), sin referencia en el año anterior, y la 7 (que cruza el Vallès, también relativamente nueva).

Los usuarios del autobús urbano de Barcelona crecen sólo el 1,3%
Metro se benefició de las incidencias en FGC y Renfe y ganó el 3,7%

El crecimiento fue muy desigual. El medio que más aumentó (en términos porcentuales) fue el tranvía, cuyo pasaje se incrementó en el 23%. Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) se vio perjudicado por el hundimiento en la línea del Llobregat; pese a ello, cerró el ejercicio con una mejora del 1,4%. Metro se benefició de las incidencias en FGC y Renfe: tuvo el 3,7% más de pasajeros que en el año anterior. En cambio, los autobuses urbanos de Transportes de Barcelona mejoran, pero sólo el 1,3%, muy por debajo de la media general, que fue del 2,7%.

Los incrementos de usuarios en el transporte público metropolitano han sido constantes desde 2001, cuando se implantó el billete único, que hace que un pasajero no tenga que volver a pagar cuando hace transbordo. En ese ejercicio tuvo 755,5 millones de usuarios. El pasado año se cerró con 934,8 millones.

La integración tarifaria (el billete único) ha sido clave en lograr que los ciudadanos opten por el transporte público y abandonen el privado, señaló ayer el secretario de Movilidad, Manel Nadal. Nadal dijo que 2008 tiene que vivir una mejora mucho más notable, dado que no se esperan incidentes como los vividos en los últimos meses en Cercanías y es de esperar que la huelga de autobuses no se prolongue demasiado.

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Para ello, el Gobierno catalán, dijo Nadal, seguirá tratando de mejorar la oferta de transporte. De hecho, recordó, la oferta creció el 9,8% el pasado año, muy por encima del 2,7% que fue el crecimiento de pasajeros. Esta mejora se notará mucho antes de final de año, apuntó, cuanto entre en funcionamiento la primera prolongación de una línea de metro -la línea 3- desde hace una decena de años.

La presentación de los datos del transporte público en 2007 coincidió con los de la encuesta sobre la movilidad en días laborables en la región metropolitana de Barcelona. Una encuesta que detecta las tendencias ya conocidas: el transporte público es más utilizado y valorado en la zona central de la región metropolitana, es decir, en la ciudad de Barcelona, fundamentalmente, porque es donde hay más oferta. Las zonas más alejadas del centro, en cambio, donde el transporte público tiene menor presencia, cuentan con mayor número de usuarios del transporte privado. En Barcelona, el transporte público es utilizado por el 32,2% de quienes se desplazan, pero más allá de la primera corona, este porcentaje cae al 9,1%. Inversamente, el transporte privado es utilizado por el 23,3% en el centro de la región metropolitana, pero por el 53,1% en las zonas periféricas.

Nadal anunció que la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) analizará los sistemas de billetaje para proponer, antes de final de año, un cambio sustancial. Al margen de considerar la posibilidad de que se amplíe la gratuidad para los niños, se revisarán abonos con escasa demanda como la T-Jove, que sólo es utilizada por el 1,16% de los usuarios, y la T-Familiar, que ni siquiera llega al 1%. Los abonos con más demanda son la T-10 (71,05%) y la T 50/30 (16,5%).

La opinión sobre el transporte

Los usuarios del transporte público no tienen mala opinión del mismo. Así lo recoge la encuesta metropolitana, que detecta que la nota media que los viajeros dan al conjunto es del 6,61, en una escala del 1 al 10. La encuesta se interesa por la frecuencia de paso, la rapidez del desplazamiento, la fiabilidad del mismo, la comodidad, la seguridad y el impacto ambiental. La encuesta se hizo en dos oleadas, una en primavera y otra en otoño, de modo que no recoge el impacto del cierre parcial de Cercanías ni el de la huelga de autobuses.

Pese a ello, el medio de transporte peor valorado es Renfe. Los trenes de Cercanías aprueban, pero muy lejos de la media, se quedan en un 5,46. También merecen mala evaluación los autobuses interurbanos y los urbanos de fuera de Barcelona. En ambos casos quedan por debajo del 6.

El medio mejor valorado es el tranvía, que supera el 7 en todos los ámbitos, salvo en el de la frecuencia de paso, y obtiene una nota media de 7,04. Le sigue Ferrocarrils de la Generalitat, con el 6,82.

Los sistemas de Transportes Metropolitanos de Barcelona, metro y autobuses urbanos, quedan, en ambos casos, por debajo de la media general. El metro es puntuado con el 6,22; los autobuses urbanos, con el 6,18. En el caso de los autobuses, los usuarios castigan la irregularidad de su frecuencia. En el caso del metro, la peor nota la obtiene la seguridad personal. La presidenta de TMB, Assumpta Escarp, no dio importancia a estos asuntos.

Entre las mejoras en la oferta, la peor ha sido la de Ferrocarrils de la Generalitat (2,6%), seguida de los autobuses urbanos de Barcelona, con el 4,8%. En ambos casos, muy lejos de la media, que fue del 9,8%. En cambio, Renfe cerró el ejercicio de 2007 con una mejora de la oferta de plazas del 15,6%.

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