La presión policial lleva al comercio chino a huir del centro de Alicante

Cerca de 40 comercios chinos y árabes se ubicarán en la periferia de Alicante

En unos días bajarán la persiana del negocio de venta al por mayor que tienen en el ensanche de Alicante y se trasladarán al polígono Boch de Crevillent, asegura Zheng. El joven asiático asegura que "ya no entran clientes". Dejan de acudir conforme se cierran muchas tiendas. La concentración de oferta es fundamental en esta actividad ya que el cliente compra grandes cantidades y en varios puntos. "Se han ido casi todos", asegura mirando a la calle de Ab El-Hamed. "Aquí también queda algo, pero creo que se van", apostilla. Admite, en deficiente castellano, que hay "muchos problemas" en la zona ...

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En unos días bajarán la persiana del negocio de venta al por mayor que tienen en el ensanche de Alicante y se trasladarán al polígono Boch de Crevillent, asegura Zheng. El joven asiático asegura que "ya no entran clientes". Dejan de acudir conforme se cierran muchas tiendas. La concentración de oferta es fundamental en esta actividad ya que el cliente compra grandes cantidades y en varios puntos. "Se han ido casi todos", asegura mirando a la calle de Ab El-Hamed. "Aquí también queda algo, pero creo que se van", apostilla. Admite, en deficiente castellano, que hay "muchos problemas" en la zona por la gran cantidad de vehículos de carga y descarga, y comenta que eso a los vecinos "tampoco les gusta". "Allí [Crevillent] viene un cliente y no pasa nada", apostilla.

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Un rápido vistazo a la calle confirma el cierre de comercios. Ocurre otro tanto en la vecina calle del Pintor Aparicio, donde al menos tres comercios han cerrado, y en otras. El joven asiático explica que algunos se han trasladado a Crevillent, mientras que otros han optado por la carretera de Ocaña, donde se ultima un centro de negocios para mayoristas chinos y magrebíes, y en cuyos alrededores los comerciantes asiáticos están alquilando naves. Otras fuentes incluyen Elche como destino.

En los aledaños de la estación de autobuses llegaron a concentrarse a partir de 2001 alrededor de 80 tiendas y almacenes de venta al por mayor chinos y árabes. Ahora muchos dejan la zona tras años de protestas vecinales, que veían en esta proliferación un riesgo de incendio por la acumulación de materiales inflamables, y el colapso circulatorio. Las protestas de vecinos y de otros comerciantes llevaron al Ayuntamiento de Alicante a tomar cartas en el asunto, coinciden varias fuentes, y la presión inspectora ha detectado a menudo irregularidades en materia de seguridad o de licencias, lo que ha supuesto multas y cierres, añaden fuentes de la Gerencia de Urbanismo. También se ha tratado de evitar el colapso circulatorio. Así, una inspección de la Policía Local en octubre de 2007 retiró prendas que excedían la carga térmica de cuatro almacenes y clausuró un quinto local que carecía de licencia."Mi edificio estaba rodeado por 12 tiendas", explica una vecina de la zona que prefiere permanecer en el anonimato. Recuerda el temor a que algún comercio sufriera un incendio que afectara a las viviendas o las dificultades diarias para salir del garaje porque "los coches estaban en doble fila". "Estamos en el centro de Alicante, no en un polígono", protesta. Esta vecina de Alicante niega que sus críticas tengan algún componente racista. "Si hubiera sido un español, diría lo mismo", asegura. Ahora celebra que hace algo más de 20 días se hayan ido casi todos. "Quedan tres", apostilla.

Emilio Chacón, presidente de la asociación de vecinos Ensanche-Centro, recuerda que estos comercios sustituyeron a otros mayoristas que "antiguamente" había en la zona, pero que únicamente tenían muestrarios y, por tanto, no almacenaban grandes cantidades de material como ocurre en la actualidad. "Era un comercio que no molestaba, no generaba tráfico ni ensuciaba", insiste. Vecinos y comerciantes coinciden en que tras años de protestas por el temor a incendios, y por las molestias generadas por la carga y descarga, las autoridades "se tomaron en serio" estas preocupaciones. Y las inspecciones han ido detectando irregularidades. Otras fuentes apuntan a que otros comerciantes se han ido de la zona "por los altos alquileres".

El Ayuntamiento aprobó en octubre de 2004 una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana que prohíbe el establecimiento de comercios mayoristas en zonas de uso residencial, lo que en la práctica cerró la puerta a la concesión de nuevas licencias.

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Hace un par de años, además y para buscar una solución, surgió el proyecto de construir un centro de negocios en la carretera de Madrid. El centro tiene 110 locales y está impulsado por la promotora Galaxia Multinegocio, SL, que espera entregar las llaves en mayo. Sus responsables aseguran que 18 comerciantes magrebíes de la zona de la estación de autobuses han mostrado voluntad de instalarse en el centro alquilando locales a quienes los han comprado antes. Una veintena de comerciantes chinos también han comprado locales, aseguran las mismas fuentes, que añaden que alrededor de este centro los empresarios asiáticos están alquilando algunas naves. Y el Ayuntamiento de Crevillent confirmó ayer que "tres o cuatro" comerciantes chinos han solicitado licencia para instalarse en el polígono Boch en la localidad.

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