La llegada de la alta velocidad a Barcelona

Una obra de 12 años y 7.000 millones

Los primeros usuarios del AVE a Barcelona se declaran satisfechos con el tren

El tren salió puntual y llegó incluso con unos minutos de adelanto sobre el horario previsto. Eran los primeros convoyes de la línea de AVE entre Madrid y Barcelona. Partieron simultáneamente de Atocha y Sants a las 6.00. El que salió de Madrid llegó a Barcelona a las 8.35 y el de Sants paró en Atocha a las 8.34. El primero llevaba siete minutos de adelanto; el segundo, nueve. Ambos llegaron en 2008. Se les esperaba en 2004. La primera autorización de obras se produjo en diciembre de 1995, hace 12 años. Desde entonces se han invertido en la línea unos 7.000 millones de euros, sin tener en cuen...

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El tren salió puntual y llegó incluso con unos minutos de adelanto sobre el horario previsto. Eran los primeros convoyes de la línea de AVE entre Madrid y Barcelona. Partieron simultáneamente de Atocha y Sants a las 6.00. El que salió de Madrid llegó a Barcelona a las 8.35 y el de Sants paró en Atocha a las 8.34. El primero llevaba siete minutos de adelanto; el segundo, nueve. Ambos llegaron en 2008. Se les esperaba en 2004. La primera autorización de obras se produjo en diciembre de 1995, hace 12 años. Desde entonces se han invertido en la línea unos 7.000 millones de euros, sin tener en cuenta el IVA. A esta cantidad hay que añadir el coste de las estaciones: Zaragoza, Lleida, Camp de Tarragona y la reforma de Sants, en Barcelona.

La red española de alta velocidad es la tercera del mundo, tras Japón y Francia
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Ayer, al fin, el tren entró en servicio y Renfe trasladó de una a otra ciudad y a las intermedias a los usuarios. Se vendieron unos 12.000 billetes. La ocupación media de los convoyes fue del 60%. La capacidad de los 34 trenes (17 en cada sentido) es de 13.498 pasajeros, a los que hay que añadir otros 18 trenes que circulan sólo en parte de la línea, por ejemplo, entre Madrid y Zaragoza.

La mayoría de usuarios se declararon satisfechos, al margen de reparos sobre aspectos concretos. Ejemplo: los asientos de las clases preferente y club (los más caros) están dotados de conexión eléctrica para el ordenador portátil o para recargar el móvil. No lo tienen los pasajeros de la clase turista, pese a que la posibilidad de utilizar instrumentos electrónicos es uno de los atractivos del tren respecto al avión. No hubo objeciones a la puntualidad que, al menos ayer, fue total.

Con la entrada en funcionamiento del tramo Tarragona-Barcelona (el AVE ya enlazaba Madrid y Tarragona desde diciembre de 2006) las líneas españolas de alta velocidad suman 1.579 kilómetros, lo que convierte a esta red en la tercera del mundo en longitud, por detrás de Japón y Francia.

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El nuevo servicio hará mella en las conexiones aéreas. Cada año se producen 4,7 millones de desplazamientos en avión entre Madrid y Barcelona: 2,7 millones de estos pasajeros viajan con Iberia y 1,3 millones, con Spanair. Hasta ahora, Iberia había mantenido que el AVE no mermaría su servicio, pero Antonio Mayo, responsable de Puente Aéreo en Barajas, señaló ayer que la compañía cree que la irrupción del tren le supondrá la pérdida del 20% del pasaje.

Los primeros usuarios del tren salieron convencidos de la ventaja del nuevo transporte sobre el avión, con una variable: en general, quienes se desplazan de Barcelona a Madrid son más partidarios del tren que quienes lo hacen a la inver1sa.

Las obras de la línea de alta velocidad que ayer entró en servicio han sido un rosario de problemas. El más importante, recordó ayer mismo Comisiones Obreras, 14 trabajadores fallecidos. Después, los continuos aplazamientos en los trabajos. Cuando el tren empezó a funcionar entre Madrid y Lleida (en 2003) lo hizo sólo a 200 kilómetros por hora. Sólo se alcanzaron los 300 hasta Tarragona en mayo de 2007. En octubre, una serie de hundimientos del terreno en Bellvitge (a las puertas de Barcelona) obligaron a suspender durante semanas el servicio de Cercanías de la capital catalana y de los trenes de Ferrocarrils de la Generalitat, lo cual provocó un nuevo parón. El resultado fue que la inauguración, anunciada para el pasado 21 de diciembre, sufrió un nuevo aplazamiento. Así hasta ayer.

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