Nueva ola de violencia étnica en Kenia

La UE exige a Nairobi una "solución legítima" para normalizar las relaciones

La violencia que sacude Kenia desde las elecciones presidenciales de diciembre volvió a recrudecerse en el oeste del país, donde los enfrentamientos interétnicos y los choques con la policía dejaron al menos 34 muertos entre el domingo y el lunes. Toda la región del valle del Rift, conocida anteriormente por sus parques naturales y por ser habitualmente un tranquilo destino turístico, se ha convertido en el epicentro de la lucha étnica y política desatada el pasado 27 de diciembre, después de que el presidente Kibaki se autoproclamara ganador de unos comicios criticados por fraudulentos tanto ...

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La violencia que sacude Kenia desde las elecciones presidenciales de diciembre volvió a recrudecerse en el oeste del país, donde los enfrentamientos interétnicos y los choques con la policía dejaron al menos 34 muertos entre el domingo y el lunes. Toda la región del valle del Rift, conocida anteriormente por sus parques naturales y por ser habitualmente un tranquilo destino turístico, se ha convertido en el epicentro de la lucha étnica y política desatada el pasado 27 de diciembre, después de que el presidente Kibaki se autoproclamara ganador de unos comicios criticados por fraudulentos tanto por la oposición, el Movimiento Democrático Naranja (ODM), como por los observadores internacionales. Al menos 800 personas han muerto desde entonces.

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El nuevo brote de violencia afecta sobre todo a Nakuru, la cuarta ciudad más grande del país, y a Naivasha. Desde el jueves han muerto en la zona al menos 64 personas. Naivasha amaneció ayer casi tomada por la policía. La tensión era extrema. La mayoría de los comercios permanecieron cerrados después de que el domingo kikuyus armados con machetes, palos, arcos y flechas trataran de expulsar a los residentes de la etnia luo. Ocho personas que estaban encerradas en una casa del centro de la ciudad murieron quemadas. La policía detuvo a más de 150 personas por participar en incendios intencionados y asesinatos.

"Queremos que los luos se vayan de aquí porque ellos nos han expulsado de Kisumu y Eldoret", dijo el kikuyo James. Los disturbios interétnicos han forzado a 250.000 a desplazarse para huir de la violencia. Además, en la ciudad de Kisumo, feudo de la oposición, miles de personas tomaron las calles para quejarse por la muerte de varios luos, miembros de su comunidad.

Mientras, los ministros de Exteriores de la Unión Europea advirtieron que la UE no podrá mantener relaciones normales con Kenia hasta que "se llegue a un acuerdo para una solución legítima" en el país africano.

Un joven luo herido en los enfrentamientos del domingo, ingresado en un hospital de Naivasha.EFE
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