Carga policial contra percebeiros afectados por el puerto coruñés

Los mariscadores reclaman ayudas prometidas hace 3 años

Fueron apenas una treintena de un colectivo de 200 percebeiros y marineros que se quedaron sin su caladero habitual de Punta Langosteira donde se asentará el futuro puerto exterior de A Coruña, ahora en obras, pero consiguieron poner en jaque durante casi tres horas el tráfico en pleno centro de la ciudad. La protesta de los afectados por la nueva dársena ante la Autoridad Portuaria se saldó con una carga policial y dos horas y media de corte de tráfico.

Los manifestantes no consiguieron que les recibiesen para aclarar las prometidas indemnizaciones nunca pagadas por la pérdida de unos ...

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Fueron apenas una treintena de un colectivo de 200 percebeiros y marineros que se quedaron sin su caladero habitual de Punta Langosteira donde se asentará el futuro puerto exterior de A Coruña, ahora en obras, pero consiguieron poner en jaque durante casi tres horas el tráfico en pleno centro de la ciudad. La protesta de los afectados por la nueva dársena ante la Autoridad Portuaria se saldó con una carga policial y dos horas y media de corte de tráfico.

Los manifestantes no consiguieron que les recibiesen para aclarar las prometidas indemnizaciones nunca pagadas por la pérdida de unos bancos marisqueros especialmente ricos en percebes. Pese a la indignación y ánimos encrespados de los mariscadores que llevan tres años esperando "por las buenas" compensaciones jamás cumplidas, la protesta terminó, al filo de las tres de la tarde, sin mayores consecuencias. El momento de mayor tensión se produjo a mediodía, cuando empezaba dentro de la sede de la Autoridad Portuaria la reunión del consejo de administración del puerto y los manifestantes eran expulsados de la entrada del edificio a golpe de porrazos.

Una veintena de policías y agentes antidisturbios no dudaron en cargar contra los mariscadores para desalojarlos. No hubo heridos de consideración, salvo contusiones varias. Los manifestantes, entonces, cortaron el tráfico. La policía local organizó rápidamente un desvío alternativo para no colapsar el centro de la ciudad y durante dos horas y media, se desarrolló la protesta bajo la mirada impasible de los agentes. Al final, los manifestantes fueron desalojados del medio de la calzada por los antidisturbios, abucheados reiteradamente por actuar "contra una protesta pacífica".

"Esto es un atraco, este es el talante de Touriño", gritaban los pescadores, indignados. Llevan tres años esperando a que se cumplan las promesas de indemnización, incluso avaladas por el Gobierno gallego y el Parlamento, por la pérdida del caladero de Langosteira debido a la ejecución del nuevo puerto.

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