La otra vida de nuestros ídolos

En las gradas nos desgañitamos insultándoles o nos abrazamos al vecino de asiento hasta la lágrima cuando marcan un gol en una comunión de felicidad casi orgásmica. Creemos que sólo tienen vida pública llena de lujo y derroche, lo cual no es del todo incierto. Pero nos sorprendemos cuando trascienden aspectos de su lado más privado, porque pensábamos hasta entonces que nuestros adorados y al mismo tiempo odiados futbolistas no tenían más inquietudes que las propias de la frivolidad que les otorga el éxito. Así, por ejemplo, merece una reflexión, seguramente positiva, saber que Frédéric Kanouté...

En las gradas nos desgañitamos insultándoles o nos abrazamos al vecino de asiento hasta la lágrima cuando marcan un gol en una comunión de felicidad casi orgásmica. Creemos que sólo tienen vida pública llena de lujo y derroche, lo cual no es del todo incierto. Pero nos sorprendemos cuando trascienden aspectos de su lado más privado, porque pensábamos hasta entonces que nuestros adorados y al mismo tiempo odiados futbolistas no tenían más inquietudes que las propias de la frivolidad que les otorga el éxito. Así, por ejemplo, merece una reflexión, seguramente positiva, saber que Frédéric Kanouté, el introvertido delantero centro maliense del Sevilla, ha comprado por medio millón de euros una mezquita situada en una zona céntrica de la capital andaluza sobre la que pesaba una amenaza de cierre por los problemas de la comunidad islámica residente en Sevilla para financiar su alquiler. Kanouté suele ir a rezar allí junto con su compañero de equipo y compatriota Seydou Keita.

Qué le supone al jugador sevillista desembolsar una cuarta parte de lo que cobra de ficha por temporada? Se dirá que poco. Y es verdad. Sin embargo, el gesto en sí es loable, pese a que el jugador lo haya querido rebajar afirmando que se trata de una inversión normal de un local bien situado. Revela ante todo que Kanouté tiene creencias religiosas -en realidad, se sabía ya que el futbolista internacional de Malí era muy religioso- y que quiere seguir practicándolas, justamente, en un lugar de culto musulmán como es una mezquita. El año pasado se tapó la publicidad de la camiseta de su equipo que exhibía una marca de juegos de azar por estimar que iba en contra de sus principios religiosos.

Futbolistas como el propio Kanouté o el barcelonista Eto'o destinan parte de sus ingresos a financiar proyectos humanitarios en Malí y Camerún, lo cual dice mucho de su parte; y otros como el madridista Iker Casillas deciden recaudar fondos para los más necesitados después de realizar una visita a un poblado de Sierra Leona. "Sentí rabia", confesó el portero del Madrid, que proyecta organizar un torneo benéfico de fútbol y tenis mixto con futbolistas y tenistas famosos.