Reportaje:

40 iniciativas parlamentarias a golpe de ratón

La Cámara ha recibido desde enero en su web 820 propuestas ciudadanas

Desde el pasado mes de enero, cualquier persona puede impulsar desde su ordenador una iniciativa parlamentaria o, al menos, intentarlo. Se trata del proyecto Parte Hartu (Participa), un sistema informático alojado en la página web del Parlamento (http://www.parlamento.euskadi.net) que ha recibido 820 propuestas de 300 usuarios distintos desde su puesta en marcha hace más de once meses. De ellas, 70 han generado actuaciones concretas como enmiendas, puestas en contacto con otras instituciones o iniciativas parlamentarias. Aunque es difícil precisarlo, porque los parlamentarios no siempre atribu...

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Desde el pasado mes de enero, cualquier persona puede impulsar desde su ordenador una iniciativa parlamentaria o, al menos, intentarlo. Se trata del proyecto Parte Hartu (Participa), un sistema informático alojado en la página web del Parlamento (http://www.parlamento.euskadi.net) que ha recibido 820 propuestas de 300 usuarios distintos desde su puesta en marcha hace más de once meses. De ellas, 70 han generado actuaciones concretas como enmiendas, puestas en contacto con otras instituciones o iniciativas parlamentarias. Aunque es difícil precisarlo, porque los parlamentarios no siempre atribuyen su propuesta a la web, los responsables del servicio estiman que entre 30 y 40 propuestas han derivado en iniciativas presentadas en la Cámara.

El 72% de los mensajes se contesta en el plazo de una semana
Alrededor de 40 de las propuestas recibidas han sido luego tramitadas
Parte Artu permite el contacto directo del ciudadano y los parlamentarios

En un formato tipo foro, los usuarios publican propuestas o preguntas, que el servicio deriva a los parlamentarios responsables de la materia. En el caso de las propuestas, éstos las rechazan o respaldan con argumentos. Otros usuarios pueden también apoyar una propuesta, pero sin añadir más comentarios a la misma. "No se trata de un foro", aclaran sus responsables, aunque indican que cuantos más respaldos recibe una propuesta, más peso tiene para los parlamentarios. Los grupos contestan el 72% de mensajes que se reciben en un plazo medio de seis días. Si la idea capta su atención, contactan con su autor o la convierten en una enmienda o en una iniciativa parlamentaria. A quien realiza la propuesta, el servicio le mantiene informado sobre su desarrollo, y se le invita a la sesión plenaria en la que se debata.

Una de las propuestas más recordadas fue la primera que se aprobó en el Pleno. Un padre se había cambiado de domicilio y quería escolarizar a su hija pequeña en el colegio en el que seguía estudiando su hijo mayor. La escuela no permitió que la niña se matriculara, por pertenecer a otra zona. El PP presentó una proposición no de ley para que se garantice que los hermanos tengan plaza en un mismo colegio, y fue aprobada. Otra propuesta presentada por un estudiante universitario también tuvo eco hace un mes en los medios de comunicación: criticaba que el profesorado publique las notas de los exámenes con nombres y apellidos. El Parlamento le apoyó, instando a la Universidad del País Vasco a garantizar que se cumpla la normativa de protección de datos, que recomienda sustituir los nombres por un código.

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El 70% de usuarios del servicio son asociaciones, y los temas más tratados son los relativos a educación, sanidad y asuntos sociales, mientras que otras áreas como agricultura no han recibido propuestas. Aunque hay quien presenta ideas sobre grandes temas políticos -una propuesta originó la creación de una ponencia parlamentaria sobre transporte sostenible- la mayoría de aportaciones son de temas concretos que afectan directamente a quienes las proponen. Por ejemplo, unos médicos que hicieron prácticas en ONGs que cooperaban en África, propusieron y lograron que ese tipo de actividades se valoren como méritos en las oposiciones de Osakidetza.

Aunque hay propuestas en la web que han transcendido, es frecuente que los parlamentarios no precisen en la Cámara que la iniciativa que presentan la han sacado de este servicio, "aunque el parecido sea evidente", señalan sus responsables. Aún así, matizan que es bueno que el servicio no genere procesos espectaculares y mediáticos: "Lo ideal es que se integre con normalidad en la actividad parlamentaria". "Parte Hartu no sustituye ni impide comparecencias de las asociaciones, pero las facilita, y permite que la ciudadanía identifique al parlamentario responsable de el tema que le preocupa y, así, poder contactar con él", defienden. El servicio no filtra las propuestas, pero insta a los usuarios a reformular sus preguntas ante comentarios insultantes o aquellos que comentan rumores.

Parte Hartu, indican sus responsables, es un servicio único en Europa, puesto en marcha con el objetivo de "fomentar la transparencia, la comunicación y la participación". El proyecto más parecido lo desarrollan las instituciones irlandesas, que han llevado a soporte electrónico el derecho de petición, aunque su plataforma no combina la tramitación de propuestas con que los propios parlamentarios aporten información. La web del Parlamento cuenta desde 2000 con otro servicio, Zabalik, que permite a los cibernautas acceder a toda la información que manejan los propios parlamentarios, seguir las sesiones por vídeo y suscribirse para recibir por correo electrónico las novedades relativas a la actividad parlamentaria. El siguiente reto de estas plataformas es aplicarlas próximamente a otros formatos, como la televisión digital terrestre y las cadenas de televisión locales.

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