Nueva York celebra un seminario sobre el presente y el futuro de Barcelona

Hace dos años se publicó en Estados Unidos con gran éxito el libro de Malcom Gladwell The tipping point: how little things can make a big difference ('El punto de inflexión: cómo las pequeñas cosas pueden marcar una gran diferencia'). Utilizando esa idea como punto de partida, el Instituto Español Reina Sofía organizó ayer en Nueva York un seminario titulado Barcelona: the tipping point. Reunidos en el legendario hotel St. Regis de la Quinta Avenida, que sirvió de hogar a Salvador Dalí durante sus múltiples estancias en Nueva York, personalidades catalanas de la cultura, la econo...

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Hace dos años se publicó en Estados Unidos con gran éxito el libro de Malcom Gladwell The tipping point: how little things can make a big difference ('El punto de inflexión: cómo las pequeñas cosas pueden marcar una gran diferencia'). Utilizando esa idea como punto de partida, el Instituto Español Reina Sofía organizó ayer en Nueva York un seminario titulado Barcelona: the tipping point. Reunidos en el legendario hotel St. Regis de la Quinta Avenida, que sirvió de hogar a Salvador Dalí durante sus múltiples estancias en Nueva York, personalidades catalanas de la cultura, la economía y la ciencia presentaron su visión de presente y futuro sobre Barcelona. Entre los ponentes estaban Javier Godó, conde de Godó, presidente y editor de La Vanguardia; Josep Oliu, presidente del Banco de Sabadell; Leopoldo Rodés, presidente de Media Planning; Pedro Alonso, presidente del Centro de Investigación Médica Internacional de Barcelona, y hasta el huidizo Isak Andic, fundador de la multinacional Mango.

El ejemplo de Isak Andic

Curiosamente, tanto el periódico La Vanguardia como el Banco de Sabadell nacieron en el mismo año, 1881. Desde entonces hasta ahora tanto Barcelona como Cataluña han sufrido grandes transformaciones. "Barcelona tiene que mantener la capacidad de combinar lo viejo y lo nuevo", subrayó Leopoldo Rodés, quien hizo hincapié en las tres virtudes que siempre han caracterizado a las empresas familiares catalanas: rigor, seriedad y discreción.

Uno de los mejores ejemplos de ese tipo de empresas es el Banco de Sabadell, que ha pasado de ser una pequeña entidad financiera local a extender su radio de acción hasta Estados Unidos. Y fue precisamente este banco el que dio su primer impulso a Isak Andic, propietario de Mango, una empresa que ya es la segunda del mercado textil español, pisándole los talones a la gallega Zara. Andic, poco dado a las apariciones públicas, rememoró sus inicios cuando vendía abrigos afganos utilizando su Seat 850 Especial como almacén y distribuidor. "En mi primer viaje los vendí todos. Así descubrí el beneficio neto". Hoy su empresa factura 1.300 millones de euros anuales.

No obstante, no todo fue optimismo. El conde de Godó puso la nota más crítica al subrayar "la fragilidad de la política catalana, entretenida en debates infructuosos y sin capacidad de liderazgo". Godó dijo que los problemas "de infraestructuras han contribuido a enfatizar cierto pesimismo político derivado de la azarosa y mal planteada batalla catalana por el nuevo Estatuto". No obstante, cerró su alocución invitando a los políticos a adaptarse "a los tiempos de competitividad y progreso" y haciendo un llamamiento a la sociedad catalana para que "crea en sí misma".

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