El rey urge a los partidos belgas a pactar un Gobierno

Alberto II, el rey de los belgas, reconfirmó ayer al democristiano flamenco Yves Leterme, gran vencedor de las elecciones del pasado 10 de junio, en su misión de formar nuevo Gobierno y le encareció que lo haga "lo más rápidamente (...) por la credibilidad de Bélgica y su necesaria cohesión".

Leterme acudió a Palacio para exponer al monarca la nueva situación política creada en Bélgica por la traumática votación del miércoles en la que, por primera vez en la historia del país nacido en 1830, la mayoría flamenca de la Cámara de Representantes, a la que pertenece su partido, aplicó la ley...

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Alberto II, el rey de los belgas, reconfirmó ayer al democristiano flamenco Yves Leterme, gran vencedor de las elecciones del pasado 10 de junio, en su misión de formar nuevo Gobierno y le encareció que lo haga "lo más rápidamente (...) por la credibilidad de Bélgica y su necesaria cohesión".

Leterme acudió a Palacio para exponer al monarca la nueva situación política creada en Bélgica por la traumática votación del miércoles en la que, por primera vez en la historia del país nacido en 1830, la mayoría flamenca de la Cámara de Representantes, a la que pertenece su partido, aplicó la ley del más fuerte sobre la minoría valona francófona en un contencioso de interés común.

El casus belli fue la separación de los cantones de Hal-Vilvorde del distrito electoral bilingüe de Bruselas-Hal-Vilvorde. La escisión de Hal-Vilvorde acabaría con el último reducto de mestizaje político-cultural en el norte del país e impondría en todo Flandes la limpieza lingüística que impide votar en Flandes y Valonia a listas de partidos que no sean exclusivamente neerlandófonos o francófonos. La nitidez de la línea lingüística es crucial para el hipotético caso de que llegue a convertirse en línea fronteriza política entre Flandes y Valonia.

A favor de la escisión

El resultado de la votación en favor de la escisión entra ahora en un largo procedimiento parlamentario y tardará, en el más veloz de los casos, cuatro meses en hacerse efectivo, pero ha sido interpretado por los valones como una bofetada política e incrementado la desconfianza entre ambas comunidades lingüísticas. De ahí el encargo urgente de ayer de Alberto II a Leterme de dar con un Gobierno, porque "es importante para el bienestar de todos los ciudadanos".

Un nuevo Gobierno serviría de bálsamo a una situación que ayer la prensa francófona belga criticaba hasta el extremo de hablar de la tercera muerte de Bélgica (el país fue una creación artificial, unido en su día sólo por el catolicismo e impuesto como tapón entre Ingletarra y Francia, de ahí las endémicas tensiones entre flamencos y valones) frente a una prensa neerlandófona que aprobaba lo ocurrido.

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El comunicado de Palacio confirmando la confianza en Leterme anunciaba que el monarca recibirá este fin de semana a los presidentes de la Cámara y del Senado.

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