Reportaje:

¿De quién son las antenas de Montjuïc?

El Ayuntamiento de Barcelona localiza a los propietarios de una quincena de antenas instaladas en el castillo y proyecta trasladarlas a otros puntos de la ciudad

¿De quién son las antenas instaladas en el castillo de Montjuïc? Las más grandes, que están en uno de los extremos de la muralla, tienen un propietario claro: el Ministerio de Defensa, que, además, las deberá trasladar a otro punto de la ciudad en el plazo máximo de tres años. Así lo precisaba la resolución del Ministerio de Economía y Hacienda del 3 de mayo pasado, el singular sistema empleado por el Gobierno para zanjar de una vez la cesión de la fortaleza del castillo de Montjuïc a la ciudad. Lo que no está tan claro es quiénes son los propietarios de hasta una quincena de antenas más que s...

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¿De quién son las antenas instaladas en el castillo de Montjuïc? Las más grandes, que están en uno de los extremos de la muralla, tienen un propietario claro: el Ministerio de Defensa, que, además, las deberá trasladar a otro punto de la ciudad en el plazo máximo de tres años. Así lo precisaba la resolución del Ministerio de Economía y Hacienda del 3 de mayo pasado, el singular sistema empleado por el Gobierno para zanjar de una vez la cesión de la fortaleza del castillo de Montjuïc a la ciudad. Lo que no está tan claro es quiénes son los propietarios de hasta una quincena de antenas más que se instalaron hace años -algunas, incluso décadas- en un edificio anexo a la fortaleza. De hecho, el Ayuntamiento de Barcelona está localizando a los propietarios de las antenas para buscar un emplazamiento alternativo. "Hay algunas de las que se ignora quién es el propietario y para localizarlo se insertarán edictos en prensa", explica Ignasi Cardelús, jefe de gabinete del alcalde, Jordi Hereu.

Hay antenas de la Guardia Urbana, de la Cruz Roja, y de una firma de limpieza Defensa no explica si sus antenas siguen siendo necesarias

Casi todas son antenas de transmisiones, el sistema de comunicación dominante antes de la irrupción de la telefonía móvil, y de los actuales canales de comunicación. En ese edificio anexo al castillo hay, por ejemplo, una antena de la Cruz Roja, otra de la Guardia Urbana, otra de los servicios de mantenimiento de semáforos y una más de la empresa de limpieza FOCSA. Las hay que, de hecho, están en desuso. Es el caso de la antena de una empresa logística del puerto de Barcelona y la de una emisora de taxi que ni existe. Y no pocas están bastante deterioradas, como un par que este verano casi fueron derribadas por un vendaval. Hasta el punto que fueron retiradas por los bomberos.

"A los propietarios que han sido localizados se les está planteando la necesidad de retirar las antenas y ubicarlas, si es necesario, en otros puntos de la ciudad", añade Cardelús. Es el caso, por ejemplo, de la antena de la Cruz Roja que sigue siendo necesaria. "Y las que dependen del Ayuntamiento de Barcelona, claro", puntualiza.

La mayor parte de ellas fueron instaladas hace años y hoy por hoy incumplen la ordenanza municipal de paisaje urbano. Una norma que acota detalladamente cómo, dónde y de qué manera deben instalarse tanto las antenas de telefonía móvil como las de sistemas de transmisiones, ya sean de organismos públicos y privados. Un articulado que precisa, por ejemplo, la obligación de compartir los emplazamientos de los sistemas de transmisión.

"En Barcelona hay bastantes espacios ya delimitados para ubicar antenas de comunicaciones y transmisiones y se trata de reagrupar las que realmente tengan un cometido en otro lugar", subraya Cardelús.

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Lo mismo ocurre con las dos grandes antenas del Ejército que se alzan en unas instalaciones de uso privativo militar en el extremo sur de la muralla. "Éstas, como las demás, se tienen que colocar en otro punto de la ciudad", afirma. Mientras el consistorio sostiene que técnicos militares están estudiando el futuro de esos sistemas de transmisión -si son necesarios o no y dónde se podrían ubicar en caso de que lo fueran-, la cuestión no es aclarada por el Ministerio de Defensa que no ha dado respuesta a las preguntas de este periódico. Según la resolución de Hacienda, el plazo máximo para la salida de las antenas y la desocupación de las actuales instalaciones militares expira dentro de tres años. No obstante, el consistorio no quiere que se agote el plazo, sino resolverlo antes. Algo que sólo será posible si los responsables de Defensa tienen esa misma voluntad.

Y si el asunto de las antenas está verde, más parado se encuentra la constitución del consorcio que gestione el futuro Centro por la Paz, otro de los puntos que condicionó la cesión de la fortaleza. El Ministerio de Defensa dio la callada por respuesta y fuentes del Departamento de Relaciones Institucionales apuntaron que no tenían ningún tipo de comunicación al respecto. Ni siquiera tenían conocimiento de si les correspondería designar a los representantes de la Generalitat.

El consistorio, por su parte, reconoció que no se ha dado ningún paso todavía. "No se trata sólo de convocar a las tres administraciones porque la voluntad del Ayuntamiento es que el Centro esté integrado por representantes de las universidades y otras entidades sociales", argumenta Cardelús, que añade que el Centro por la Paz será uno de los proyectos de mandato. No será sencillo teniendo en cuenta que, además de la constitución del consorcio, hay que concretar qué espacio ocupará, qué tipo de centro será, qué fondos tendrá o qué tipo de exposiciones y actividades organizará.

Fiestas y anuncios

Una cosa ha cambiado desde aquella orden del Ministerio de Economía: ahora es el Ayuntamiento el que decide los usos de algunas de las partes del castillo y no los responsables militares. La fortaleza de Montjuïc es muy solicitada, por ejemplo, para filmar anuncios y secuencias de películas. De hecho, es frecuente ver todo tipo de montajes en el lado de la muralla que da al mar.

También se reserva para organizar fiestas. Este verano lo han hecho, por ejemplo, varios colegios profesionales, como el de ingenieros o arquitectos. También escogieron las murallas y el patio de armas el consulado chino o la empresa municipal de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). Y otra de las actividades que se están repitiendo en los útimos años son los desfiles de moda.

El espacio que se mantiene invariable es el que ocupa el museo militar. Sin embargo, es previsible que tanto las actividades actuales como la distribución de los espacios del castillo se modificarán profundamente para ubicar las instalaciones del Centro por la Paz y las del Centro para la Interpretación de la Montaña, una especie de oficina explicativa de las rutas y oferta de actividades en Montjuïc.

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