El consejo de Vueling analiza el futuro de la compañía

El consejo de administración de Vueling estuvo ayer reunido hasta altas horas de la noche para decidir su futuro y el de su equipo gestor. El órgano se reunió para convocar la junta general de accionistas que reclamó la familia Lara, primer accionista de la aerolínea, con el fin de relevar a sus gestores: el consejero delegado, Carlos Muñoz, el director general, Lázaro Ros, y la nueva presidenta de la compañía, Barbara Cassani.

La reunión, que abordó también un nuevo plan de negocio, comenzó a las siete de la tarde y continuaba al cierre de esta edición con varias incógnitas sobre la me...

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El consejo de administración de Vueling estuvo ayer reunido hasta altas horas de la noche para decidir su futuro y el de su equipo gestor. El órgano se reunió para convocar la junta general de accionistas que reclamó la familia Lara, primer accionista de la aerolínea, con el fin de relevar a sus gestores: el consejero delegado, Carlos Muñoz, el director general, Lázaro Ros, y la nueva presidenta de la compañía, Barbara Cassani.

La reunión, que abordó también un nuevo plan de negocio, comenzó a las siete de la tarde y continuaba al cierre de esta edición con varias incógnitas sobre la mesa, como la posibilidad de que los directivos aceptasen dimitir, tal y como les reclama Lara, propietario del grupo Planeta y primer accionista de Vueling con el 26,8% de las acciones.

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Lara exige un nuevo equipo gestor "potente" para sacar de la crisis a la aerolínea, que pierde dinero y ha visto recortado gran parte de su valor en Bolsa. Ayer cerró a 16,16 euros, con un repunte del 17,27%, pero comenzó a cotizar en diciembre pasado a 30 euros.

La batalla estalló el 24 de octubre, cuando el presidente de la aerolínea, José Miguel Abad, representante de Planeta, dimitió junto con dos consejeros de Lara por discrepancias en la gestión. Tras estos ceses, el consejo está formado por Carlos Muñoz, Ros y Cassani, así como tres consejeros independientes, dos representantes de Jetblue y uno de Atalaya Inversiones.

Por su parte, el presidente de Ryanair, Michael O'Leary, pronosticó ayer una grave crisis en el sector aéreo en los próximos años y aseguró que sólo su compañía, el gigante irlandés del bajo coste, sobrevivirá en el mercado de los vuelos baratos. La mayor parte de estas aerolíneas desaparecerán, opinó, "incluidas Vueling y Clickair".

"Hay muchas líneas de precios bajos, pero no de bajo coste, y creo que sólo quedarán cuatro grandes: Ryanair, British con Iberia, Air France y Lufthansa", recalcó. La aerolínea irlandesa, que anunció ayer más de 20 nuevas rutas desde España, confía en arrebatarle a Iberia la primera posición del mercado español en un plazo de cinco años. Los vuelos transoceánicos comenzarán en dos o cuatro años, anticipó.

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