Las eléctricas culpan a la Xunta de provocar la parálisis del sector eólico

Industria asegura que el nuevo plan desbloqueará la situación en tres meses

La sexta potencia eólica mundial ha paralizado su desarrollo. El ritmo de crecimiento del sector en Galicia se redujo a una quinta parte en 2006 y las previsiones para este año son similares. Las compañías eléctricas que gestionan los parques eólicos atribuyen la crisis a la Xunta y al colapso de las fábricas de producción de aerogeneradores. De hecho, la patronal eólica gallega, la EGA, advirtió ayer que la parálisis durará "varios" años. La Consellería de Industria no lo ve así y asegura que su nuevo plan eólico desbloqueará la situación en poco más de tres meses.

Entre 1995 y 2005, l...

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La sexta potencia eólica mundial ha paralizado su desarrollo. El ritmo de crecimiento del sector en Galicia se redujo a una quinta parte en 2006 y las previsiones para este año son similares. Las compañías eléctricas que gestionan los parques eólicos atribuyen la crisis a la Xunta y al colapso de las fábricas de producción de aerogeneradores. De hecho, la patronal eólica gallega, la EGA, advirtió ayer que la parálisis durará "varios" años. La Consellería de Industria no lo ve así y asegura que su nuevo plan eólico desbloqueará la situación en poco más de tres meses.

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Entre 1995 y 2005, la potencia eólica instalada en Galicia ha estado creciendo a una media de 500 megavatios por año. En 2006, según los últimos datos del sector, Galicia ha crecido en 100 megavatios y las estimaciones son peores para 2007. Según los datos de la patronal eólica gallega, los operadores han pasado de invertir 600 millones de euros anuales a sólo 100 millones. En cada uno de los años anteriores, en Galicia se montaban entre 500 y 600 nuevos aerogeneradores, frente a los poco más de 70 instalados en el último ejercicio.

La parálisis del sector responde a dos problemas. El primero es que la Xunta sólo ha otorgado 500 nuevos megavatios en dos años y medio (y anuló más de 100 parques que el anterior Gobierno había concedido a ayuntamientos). El segundo se debe al colapso de los fabricantes de aerogeneradores por la fuerte demanda mundial. El problema de la escasez de máquinas para generar electricidad con viento responde a un histórico crecimiento de la instalación de molinos en otras partes del mundo (EE UU, China e India, fundamentalmente).

"Los aerogeneradores están más caros que nunca y lo peor es que los fabricantes están tardando dos años y medio en servirlos y sólo atienden grandes peticiones", explica Manuel Pazo, presidente de la Asociación Eólica Gallega (EGA). Dicho de otro modo, con el escaso crecimiento eólico gallego las pequeñas compañías quedan desatendidas en favor de los grandes promotores en otras zonas de España y de Europa.

Eólica o política

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No obstante, la crisis que con mayor fuerza denuncian las empresas eléctricas es la política. El conselleiro de Industria, Fernando Blanco (BNG), empeñó su palabra hace dos años en diseñar un nuevo modelo eólico para Galicia diferente del creado por Manuel Fraga (PP). Su plan no gustó a los empresarios, pero tampoco al PSOE, y recibió hace un mes un demoledor informe en contra de la asesoría jurídica de la Xunta.

La intención del BNG es meter nuevos operadores en el negocio y obtener recursos públicos de la explotación del viento. "Se mantiene la obligación y la intención de conseguir participación pública en los nuevos parques eólicos", asegura la Consellería de Industria, aun a pesar de que esta polémica cláusula ha sido desaconsejada por Carmen Bouso Montero, jefa del gabinete de Desenvolvemento Lexislativo de la Xunta.

En este nuevo modelo eólico está el principal problema para las empresas eléctricas. La EGA asegura disponer de cuatro informes independientes que coinciden con el alegato de la asesoría jurídica de la Xunta, que ha detectado hasta 54 irregularidades en el nuevo plan eólico (en formato de decreto).

Íñigo Muniuzguren, secretario general de la EGA, declaró a este periódico que "si el texto final que se lleva al Consello de la Xunta es el mismo o con contenido similar al que conocemos, lo recurriremos al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia y pediremos la suspensión cautelar de cualquier nuevo parque eólico". Es decir, la patronal advierte que judicializará el desarrollo del sector, lo que podría seguir paralizando su crecimiento "durante varios años".

"Lo único que queremos es un decreto legal para poder actuar dentro de la legalidad. Todos queremos trabajar con el modelo que la Xunta escoja, pero legalmente", explicó ayer un importante empresario eólico con parques en Galicia.

Sin embargo, la nueva política eólica ha generado muchísimas expectativas entre empresarios que, hasta ahora, no habían obtenido parques eólicos de la Xunta de Fraga. Inversores como Manuel Jove, Copasa, Coren, Constructora San José, Isolux o hasta la australiana BBW se han puesto a la cola para poder obtener una parte de los 2.300 nuevos megavatios (unos 2.000 aerogeneradores más) que el conselleiro de Industria quiere adjudicar a finales de este año.

Según los nuevos plazos comentados esta semana, la Consellería de Industria espera tener disponible el texto definitivo de su plan eólico 2007-2012 en el mes de octubre, para que sea aprobado por el Consello de la Xunta. Según esta agenda, Industria estaría en disposición de convocar un gran concurso eólico hacia el mes de diciembre para adjudicar el nuevo lote de parques eólicos en el primer trimestre de 2008.

Para cubrirse, Endesa ha solicitado en los últimos meses directamente al Gobierno central (y no a la Xunta) casi 1.000 nuevos megavatios en Galicia.

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