El terremoto llega a nueve comunidades

"¡Creí que se me caía el teatro encima!"

Don Pedro fue el epicentro, pero el terremoto sólo ha causado daños materiales en Almagro (9.000 habitantes), a más de 100 kilómetros. A la misma hora, las 9.47 de la mañana, María Teresa estaba limpiando el Teatro Municipal cuando sintió un ruido. "Al principio pensé que era fuera, pero se empezaron a mover el suelo y las lámparas. Cuando empezó a caer polvo del techo salí disparada a la calle. ¡Creí que se me caía el teatro encima!", relata.

No se le pasó por la cabeza que fuera un terremoto: "Salí a la calle y vi cómo salía polvo de dentro. Fui corriendo a avisar a la policía municip...

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Don Pedro fue el epicentro, pero el terremoto sólo ha causado daños materiales en Almagro (9.000 habitantes), a más de 100 kilómetros. A la misma hora, las 9.47 de la mañana, María Teresa estaba limpiando el Teatro Municipal cuando sintió un ruido. "Al principio pensé que era fuera, pero se empezaron a mover el suelo y las lámparas. Cuando empezó a caer polvo del techo salí disparada a la calle. ¡Creí que se me caía el teatro encima!", relata.

No se le pasó por la cabeza que fuera un terremoto: "Salí a la calle y vi cómo salía polvo de dentro. Fui corriendo a avisar a la policía municipal de que se derrumbaba el teatro. Después me enteré de que había sido un terremoto y que se había caído medio techo en una habitación. Me asusté muchísimo".

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Cuando la policía llegó al teatro -un edificio del siglo XIX que alberga todos los años parte de las representaciones del célebre Festival de Almagro- pensó que se trataba de un incendio, porque salía mucho humo, que en realidad era el polvo levantado por el derrumbe. Los agentes recibieron durante la mañana decenas de llamadas de vecinos que preguntaban por el temblor. Al saber que había sido un seísmo acordonaron el teatro para evitar nuevos desprendimientos.

Ayer, María Teresa era la estrella de Almagro. Todo el mundo quería oír el relato de cómo consiguió salvarse, por los pelos, nada menos que de un derrumbe por terremoto. Con mucha paciencia, la protagonista lo contaba una y otra vez. Le acompañaba Juani, empleada en el restaurante contiguo al teatro, que tampoco se ahorró sus 30 segundos de angustia: "Yo también creí que se nos caía el teatro encima. Empezaron a temblar las botellas, las lámparas, el techo... Me he llevado el susto de mi vida". Pasado el sobresalto, ambas compartieron una tila en el restaurante y empezaron a atender a los curiosos.

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