Fin de semana

'Blusas' veteranos

La resaca de La Blanca ha dejado a Vitoria medio vacía. Una de las huellas de las fiestas de la ciudad que permanece es una exposición fotográfica en la Plaza del Mercado de Abastos. Recoge una serie de fotografías documentales donde los protagonistas son los blusas veteranos. Celebran el trigésimo aniversario de su agrupación, mujeres y hombres entrados en años que siguen festejando sus fiestas patronales con ímpetu entusiasta. Supone una colección de imágenes sencillas, de autores no conocidos, cargadas de cariño, donde los modelos protagonistas se manifiestan con absoluto relajo y na...

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La resaca de La Blanca ha dejado a Vitoria medio vacía. Una de las huellas de las fiestas de la ciudad que permanece es una exposición fotográfica en la Plaza del Mercado de Abastos. Recoge una serie de fotografías documentales donde los protagonistas son los blusas veteranos. Celebran el trigésimo aniversario de su agrupación, mujeres y hombres entrados en años que siguen festejando sus fiestas patronales con ímpetu entusiasta. Supone una colección de imágenes sencillas, de autores no conocidos, cargadas de cariño, donde los modelos protagonistas se manifiestan con absoluto relajo y naturalidad, sin necesidad de directores de escena. Hay quienes se devanan los sesos para dar contenido filosófico a su obra gráfica. Unas veces lo consiguen; otras muchas, no. Sin embargo, en este caso fotógrafos humildes han conseguido plasmar la expresión más auténtica de la fiesta.

Sin buscar caminos de gloria, sus autores han conseguido una de esas colecciones que hacen historia. O, dicho de otra manera, documentos que los historiadores tratarán de recuperar tarde o temprano para explicar aspectos de las fiestas populares en el País Vasco. Por ello, tienen tanto mérito como otros muchos que lucen en las galerías más de moda, aunque, bien pensado, los mercados, por una u otra razón, nunca la pierden.

Son fotografías directas, ingenuas, sin composiciones rebuscadas, en color. Las escenas resultan de lo más variado. El atuendo son blusas de media caña para los hombres y vestido airoso para mujeres, con el denominador común del pañuelo al cuello. Según vamos observando las imágenes, encontramos una mística ofrenda floral ante una hornacina de la Virgen Blanca. El antiguo alcalde enciende el cohete inaugural.

A renglón seguido, llega una pancarta llamando a la alegría con cava, encabezada por varios romeros tomados por el hombro y luciendo sus peculiares blusas negras o a cuadritos azules y blancos. Las cuadrillas unidas asemejan ristras de ajos. Resulta un genero fotográfico muy al uso en la prensa regional para promover ventas. Una cadeneta de mujeres y hombres envuelven a unos músicos tocando txistu y tamboril. El baile da paso a un aperitivo antes de la comida. El vino se bebe en porrón o en bota. Comer, beber, bailar, reír o jugar una partida al mus. Luego, continúa el festejo bien con una cabalgata de carrozas tiradas por tractores o las chicas veteranas levantando las piernas estilo Moulin Rouge para mostrar sus abarcas y medias de algodón hechas a ganchillo. Una humilde colección cuya visita reconforta.

Blusas veteranos. Varios autores. Plaza de Abastos de Vitoria. Hasta el 12 de septiembre. Horarios: de lunes a viernes, de 9.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00; sábados, de 8.30 a 15.00; domingos, cerrado.

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