Las Juntas de Álava eligen hoy al diputado general con todas las posibilidades abiertas

El PP, el PSE y el PNV no se apean de su pretensión de presidir la Diputación

La incógnita sobre quién y de qué partido será el nuevo diputado general de Álava no se despejará hasta hoy, dos meses después de celebradas las elecciones más competidas en este territorio. Los tres partidos que aspiran a conseguir el cargo, PP, PSE y PNV afrontan el pleno de hoy como una partida de póker, a la espera de ver cuál de los aspirantes flaquea y cede en sus posiciones. En las últimas conversaciones mantenidas ayer a tres bandas, las formaciones implicadas insistieron en sus ofertas, pero sin renunciar en ningún caso a la pretensión de presidir la futura Diputación.

El PSE, ...

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La incógnita sobre quién y de qué partido será el nuevo diputado general de Álava no se despejará hasta hoy, dos meses después de celebradas las elecciones más competidas en este territorio. Los tres partidos que aspiran a conseguir el cargo, PP, PSE y PNV afrontan el pleno de hoy como una partida de póker, a la espera de ver cuál de los aspirantes flaquea y cede en sus posiciones. En las últimas conversaciones mantenidas ayer a tres bandas, las formaciones implicadas insistieron en sus ofertas, pero sin renunciar en ningún caso a la pretensión de presidir la futura Diputación.

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El PSE, la segunda fuerza más votada, a sólo 165 votos del PP, es requerido tanto por los populares como por los peneuvistas para establecer un acuerdo de gobernabilidad, y ha lanzado también su contraoferta a ambos partidos, con especial énfasis al PNV. Sin embargo, la posición de los socialistas es la más comprometida si se llega a la segunda votación -en este caso basta la mayoría simple y saldría elegido el candidato que obtuviera mayor número de votos- sin que cambien las posturas previas. Perdió la Diputación de Guipúzcoa a manos del PNV-EA, pese a haber ganado las elecciones forales, y en Álava, donde ha sido el partido más pujante, podría verse abocado a dejar que saliera el candidato del PP, Javier de Andrés, o permitir que presidiera la Diputación el peneuvista Xabier Agirre, el tercero en discordia. No obstante, el socialista Txarli Prieto ha mostrado una gran seguridad en que finalmente tendrá los apoyos "necesarios", aunque sin concretar de dónde vendrán.

Durante el día de ayer, festivo en Vitoria, los tres partidos multiplicaron los contactos y mensajes, pero, según las fuentes consultadas, no se produjeron aproximaciones sobre la cuestión central de las negociaciones, el cargo de diputado general. "Estamos abocados a un pleno muy largo y no apto para cardiacos", lamentó un juntero del PNV.

Pese a esta convicción, las formaciones implicadas intensificaron su juego psicológico para debilitar al adversario. Frente al argumento del candidato socialista de que el PP le debe su apoyo por haber dejado que gobernara la pasada legislatura y por el acuerdo en ésta para situar a Juan Antonio Zárate en la presidencia de las Juntas Generales, el secretario general de los populares vascos, Carmelo Barrio reivindicó ayer la posición de candidato más votado de Javier de Andrés. Aseguró que no lo van a retirar en ningún caso y traspasó al PSE la responsabilidad de permitir que gobierne finalmente en Álava el PNV de Iñaki Gerenabarrena, alineado con las tesis más soberanistas del partido.

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Los socialistas, por su parte, han trasladado al PNV la oferta de gobernar al 50% en la Diputación y el Ayuntamiento de Vitoria, aunque no han logrado que desista de reclamar la presidencia de la Diputación para su candidato, Xabier Agirre. El PSE ha trasladado a los peneuvistas la reflexión de que no pueden permitirse el lujo de quedar, por tercer mandato consecutivo, fuera de las dos instituciones que controlaron ininterrumpidamente desde 1979 y de perder apoyo popular en cada elección desde 1999. Sin embargo, no parece que estos argumentos hayan conmovido a la ejecutiva de Gerenabarrena, apalancado en los votos que suma el PNV (14) con sus socios en el Gobierno vasco (2 de EA y otros dos de EB-Aralar) para soslayar el hecho de que quedó en tercer lugar en los comicios forales.

A las muchas incógnitas planteadas se ha sumado a última hora el de la postura de Ezker Batua-Aralar. Pese a haber avalado la candidatura de Agirre en el registro de las Juntas, los dos partidos coligados han condicionado su apoyo al aspirante del PNV a que pacte un gobierno "plural y de consenso", y "desde la izquierda", formado por el tripartito más el PSE. Por ello, han instado a socialistas y peneuvistas a que zanjen su disputa por el diputado general y se pongan de acuerdo sobre un programa de gobierno "de progreso".

Advertencia de EB

El coordinador general de EB, Javier Madrazo, insistió ayer en esta idea al anunciar que, si el PSE y el PNV no se ponen de acuerdo sobre quién debe ser el diputado general, en el pleno de hoy votarán a aquel candidato "con el que tengamos más coincidencias programáticas". En este caso, la presión parece dirigida al PNV. Pero no parece muy probable que, llegada la circunstancia, EB deje en la estacada al partido con el que comparte el Gobierno vasco, pese a la política de diversificación de pactos que está llevando el partido de Madrazo, adelantándose quizá a la futura caducidad del tripartito.

Aun así, un desmarque de EB-Aralar a favor de la candidatura socialista no sería resolutivo en el pleno, ya que produciría un empate a 16 votos con el PNV más EA. Tal supuesto daría un protagonismo inesperado a los cuatro junteros de ANV, que han presentado a su propio candidato, Aitor Bezares. Preguntado ayer si respaldarían a Agirre si el discurso del candidato nacionalista incluye medidas gratas para los abertzales, Bezares respondió que es una posibilidad que ven "muy lejana".

Un dirigente del PSE señaló, por su parte, que "todo está abierto", si bien expresó su opinión particular de que, en última instancia, no deberían permitir que saliera el candidato del PNV. "No puede ser", apuntó "que el partido que más ha bajado en las elecciones, habiendo ganado sólo en un territorio, se llevara las tres diputaciones".

El candidato socialista, Txarli Prieto, con el popular Javier de Andrés, en las Juntas de Álava.PRADIP J. PHANSE

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