La Xunta ensaya nuevos modelos para el tratamiento de residuos

La planta de basura de Nostián, que trata los desechos generados en A Coruña y ocho municipios de la comarca (suman 318.018 habitantes), será el banco de ensayo del nuevo plan para la gestión de los residuos sólidos urbanos que presentará en septiembre la Consellería de Medio Ambiente. La nueva política supone un giro total en en la filosofía aplicada en Galicia hasta el momento.

Con el objetivo de reciclar la cuarta parte de la basura que se produce en Galicia, la Xunta apuesta por hacer complementarios los distintos modelos existentes para el tratamiento de los residuos en vez de pri...

La planta de basura de Nostián, que trata los desechos generados en A Coruña y ocho municipios de la comarca (suman 318.018 habitantes), será el banco de ensayo del nuevo plan para la gestión de los residuos sólidos urbanos que presentará en septiembre la Consellería de Medio Ambiente. La nueva política supone un giro total en en la filosofía aplicada en Galicia hasta el momento.

Con el objetivo de reciclar la cuarta parte de la basura que se produce en Galicia, la Xunta apuesta por hacer complementarios los distintos modelos existentes para el tratamiento de los residuos en vez de primar, como hasta ahora, la incineración, que se realiza en las instalaciones de Sogama, en Cerceda (A Coruña). Allí será quemado todo lo que la planta coruñesa de Nostián no pueda convertir en compostaje (fertilizante fabricado a partir de la basura). Y en contrapartida, Sogama enviará a A Coruña los residuos orgánicos que recibe de toda Galicia para ser transformados en abono.

Fue necesario más de un año de conversaciones y negociaciones para alcanzar el acuerdo rubricado ayer por el Ayuntamiento de A Coruña y Sogama y que supone iniciar, de inmediato, un intercambio, entre ambas plantas, de hasta 200.000 toneladas anuales de residuos. Este "modelo de colaboración y coordinación que será referencia para todo el territorio gallego", en palabras del presidente de Sogama, José Álvarez, pone fin al funcionamiento empleado hasta ahora. Actualmente, trabajan por un lado el complejo incinerador impulsado por la Xunta en Cerceda, a donde envían su basura unos 230 ayuntamientos gallegos, y por otro, las plantas de compostaje desarrolladas por iniciativa municipal, como la de Nostián para los residuos de la comarca coruñesa.

La planta municipal coruñesa recibe y trata cada año unas 190.000 toneladas de residuos. Arrastra problemas de saturación dado que el 45% de la basura no es reciclable y convertible en fertilizante. En virtud del acuerdo con Sogama, adaptará sus instalaciones para reconvertir unas 100.000 toneladas anuales en combustible que alimentará la incineradora de Cerceda. Y Nostián duplicará la fabricación anual de compost hasta 140.000 toneladas cuando reciba los desechos orgánicos que Sogama (participada por la Xunta en 51% y Unión Fenosa) le enviará en aras de aumentar los niveles de recuperación y reciclaje de la basura que el Gobierno gallego se ha propuesto alcanzar, con su nuevo plan de residuos, para cumplir con los parámetros marcados por la Unión Europea.

La apuesta de Medio Ambiente por el compostaje -anunció hasta cinco plantas en Galicia como la de Nostián y Lousame- u otros modelos de tratamiento alternativos a la incineración que "libremente" elijan los ayuntamientos plantea buscar una salida rentable a tanto fertilizante fabricado a partir de la basura. El Ayuntamiento de A Coruña afirma que hay posibilidades reales de comercializarlo en su totalidad. Al margen del uso en tareas agrícolas, es un abono excelente para regenerar zonas degradadas por la construcción de obras públicas o devastadas por incendios forestales.