Economistas gallegos apoyan la continuidad del tributo de sucesión

Los cuatro economistas que se reunieron ayer en Santiago para analizar el futuro del impuesto sobre sucesiones y donaciones apostaron por mantenerlo, pero admitieron que es necesaria una reforma del mismo. La defensa: "Es un impuesto fundamental para la justicia tributaria", como afirmó Xaquín Álvarez Corbacho, conselleiro del Consello de Contas de Galicia.

La posibilidad de que cada comunidad autónoma regule el impuesto abre el debate sobre que se debería hacer en Galicia. El conselleiro de Economía e Facenda, Fernández Antonio, anunció a mediados de junio la reforma para el 2008 -aunq...

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Los cuatro economistas que se reunieron ayer en Santiago para analizar el futuro del impuesto sobre sucesiones y donaciones apostaron por mantenerlo, pero admitieron que es necesaria una reforma del mismo. La defensa: "Es un impuesto fundamental para la justicia tributaria", como afirmó Xaquín Álvarez Corbacho, conselleiro del Consello de Contas de Galicia.

La posibilidad de que cada comunidad autónoma regule el impuesto abre el debate sobre que se debería hacer en Galicia. El conselleiro de Economía e Facenda, Fernández Antonio, anunció a mediados de junio la reforma para el 2008 -aunque no se aprobará hasta después del verano- por la que el 90% de los ciudadanos no pagarán el impuesto y se mantendrá en el 10% de las herencias más cuantiosas.

Santiago Lago, profesor titular de Economía Aplicada de la universidad de Vigo, sostiene que "si no mantenemos el impuesto estamos premiando a las personas que simplemente tienen una familia rica", mientras que el que gana dinero trabajando sigue pagando a la Agencia Tributaria. Antonio López, reciente miembro del Consello de Contas de Galicia y decano de la Facultad de Derecho de la universidad de Santiago, intentó tirar por tierra los "argumentos serios" que se postulan a favor de la supresión del tributo. El fundamental es la posible marcha de las empresas gallegas a otras comunidades que no cobren el impuesto. "Son las actividades empresariales las que sufren un menor impacto", sostiene López, ya que "no es lo mismo hablar de deslocalización de empresa que de empresario", debido a que el empresario tributa donde vive. Luís Caramés, catedrático de Hacienda de la universidad de Santiago, afirma que, en contra de lo que se cree, es positivo para las empresas familiares "porque se adelanta la sucesión y es bueno para la economía".

"Es un impuesto que paga el 10%-20% de la población más rica. Los gallegos pagamos 20 veces más por el IRPF que por herencias", remachó Santiago Lago. Este año el tributo recaudó en Galicia 143 millones.

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