El gobierno orensano tilda de "feudal" el sistema de recaudación municipal

La oficina de recaudación del Ayuntamiento de Ourense recibe diariamente ingresos en efectivo. Multitud de orensanos hacen cola, dinero en mano, para pagar sus impuestos y los funcionarios lo van introduciendo en un sobre que posan sobre el mostrador. El miércoles ese sobre desapareció con 29.000 euros.

El gobierno local ha cesado al jefe del servicio, presentado demanda judicial, ha denunciado el hecho ante el Tribunal de Cuentas y ha abierto sendos expedientes informativo y disciplinario. Socialistas y nacionalistas tildan el sistema recaudatorio de "feudal". "Otro ejemplo de la primi...

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La oficina de recaudación del Ayuntamiento de Ourense recibe diariamente ingresos en efectivo. Multitud de orensanos hacen cola, dinero en mano, para pagar sus impuestos y los funcionarios lo van introduciendo en un sobre que posan sobre el mostrador. El miércoles ese sobre desapareció con 29.000 euros.

El gobierno local ha cesado al jefe del servicio, presentado demanda judicial, ha denunciado el hecho ante el Tribunal de Cuentas y ha abierto sendos expedientes informativo y disciplinario. Socialistas y nacionalistas tildan el sistema recaudatorio de "feudal". "Otro ejemplo de la primitiva gestión municipal del PP", sostienen.

Ni cámaras de vídeo, ni agentes de policía, ni otra medida de seguridad más que una alarma en la puerta. Se trata de un sistema "que tiene más que ver con el pago de tributos al señor feudal que con una obligación ciudadana", señalan fuentes del gobierno local.

Los funcionarios van introduciendo el dinero en un sobre y, al final de la jornada, se lo entregan a una empresa de seguridad que se lo lleva en furgón blindado para ingresarlo después en la cuenta bancaria del Ayuntamiento.

El miércoles, antes de que llegara el furgón, los funcionarios cerraron la oficina y se fueron a sus casas. No hubo entrega. El gobierno local sostiene que "no se puede hablar de robo" -no existen signos de violencia-, "sino de un simple hurto".

El concejal de Hacienda, el socialista Agustín Fernández, compareció ayer ante los medios de comunicación para explicar lo sucedido. "Ha sido un hecho puntual" aunque subrayó el cúmulo de "negligencias" que llevaron al mismo: los funcionarios se fueron a casa antes de que llegara el furgón blindado y "sin guardar la recaudación en la caja fuerte"; los agentes del furgón llegaron a las 14 horas y al encontrar la oficina cerrada "se fueron sin notificarlo"; los empleados del servicio de limpieza llegaron a las 15 horas y "aseguran que ni estaba el dinero ni había síntomas de que se hubiera forzado algo".

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La reconstrucción de los hechos lleva al gobierno local a una conclusión: "el hurto tuvo lugar en horario de oficina; alguien debió hacer su ingreso, coger los sobres y marcharse tranquilamente con el botín".

El miércoles había dos sobres sobre el mostrador: uno con 29.000 euros y otro con 400 "para su devolución en moneda fraccionada para los cambios".

"Resulta inconcebible que a estas alturas el Ayuntamiento no tenga domiciliados en una entidad bancaria los impuestos", destacan los representantes del gobierno local, que se han apresurado a dotar de policías locales la oficina, a cambiar las cerraduras y a restringir el acceso de las llaves de la caja fuerte, que antes tenían cuatro de los 12 funcionarios, y que ayer atendían la cola habitual de orensanos que acudían a pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

Agustín Fernández lamenta el sistema de manejo y custodia de los fondos públicos "que no es el más adecuado" y destaca la "fatalidad" del suceso considerando que había realizado ya los trámites para suprimir este sistema de ingresos y "de hecho, en uno o dos meses estará ya a través de entidades bancarias".

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