La policía investiga por blanqueo un emporio internacional con base en Bueu
El empresario Alfonso Juncal, detenido por narcotráfico, tiene negocios en tres continentes
En apenas cinco años, el empresario de Bueu Alfonso Juncal Santos, de 38 años, creó y hundió uno de los mayores grupos empresariales para operar en actividades pesqueras, construcción, minería, turismo y alquiler de maquinaria industrial, Nanton Internacional Inc, con sede en Belice, uno de los paraísos fiscales de referencia. Para ello, empleó, siempre al filo de la legalidad, todos los resortes financieros y jurídicos necesarios para expandir sus negocios en tres continentes: África, Europa y Asia. El emporio resultó ser una tapadera para blanquear dinero del narcotráfico.
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En apenas cinco años, el empresario de Bueu Alfonso Juncal Santos, de 38 años, creó y hundió uno de los mayores grupos empresariales para operar en actividades pesqueras, construcción, minería, turismo y alquiler de maquinaria industrial, Nanton Internacional Inc, con sede en Belice, uno de los paraísos fiscales de referencia. Para ello, empleó, siempre al filo de la legalidad, todos los resortes financieros y jurídicos necesarios para expandir sus negocios en tres continentes: África, Europa y Asia. El emporio resultó ser una tapadera para blanquear dinero del narcotráfico.
Tras expandir su grupo por medio mundo, en agosto de 2006 Alfonso Juncal decidió ir más lejos y dio el salto a los negocios del narcotráfico. El empresario de Bueu acabó detenido en la que está considerada la mayor redada que se ha llevado a cabo en España contra las mafias internacionales de la cocaína, la denominada Operación Destello.
Desde la detención de Alfonso Juncal, el pasado mes de diciembre, Nanton ha sido aparentemente desmantelada, sometida a un acoso judicial por las demandas de sus empleados que se acumulan en los juzgados de lo social de Vigo contra su dueño. Pero cuando la justicia quiso echar mano de los seis barcos pesqueros y de las 20 empresas filiales de la compañía para cubrir las deudas, el juez se encontró que el grupo estaba prácticamente en quiebra un mes antes de la detención de Juncal y de la de uno de sus socios, Rubén Maquieira, un vecino del municipio de O Rosal.
Los empleados de tierra y las tripulaciones de los barcos pesqueros que faenaban en el Atlántico sur han conseguido arañar los restos que quedaban de las empresas. Entre los juzgados de Vigo (donde han ido a reclamar los trabajadores de Nanton) y la Audiencia Nacional (donde se instruye un sumario por tráfico de drogas y otro paralelo por blanqueo de dinero de la organización de narcotraficantes) las empresas y la mayoría de la flota pesquera de Alfonso Juncal están embargadas.
Uno de estos barcos, el Gloria Brasil, se encuentra fondeado en el puerto de Bouzas, en Vigo, e intervenido por la Justicia. Este pesquero que tuvo su base en Nouadhibou (Mauritania), se llamó Atlantic 52 hasta que fue perseguido por pesca ilegal de róbalo y para esquivar el acoso optó por cambiar de nombre.
Con bandera de conveniencia de Guinea, ahora se ha sabido que el Gloria Brasil dio cobertura al cartel que dirigía desde Madrid el traficante colombiano Jorge Isaac Vélez Garzón, afincado en España y también detenido en la Operación Destello. Vélez, según los informes policiales, movía al año una media de 10 toneladas de cocaína.
El escondite de África
La organización de Vélez utilizaba las costas de África para ocultar los cargamentos y las embarcaciones que operaban para su transporte hasta las islas Azores. Allí, un grupo de gallegos comandados por José Benito Charlín, Daniel Baúlo y Ramón Canto Nine, nombres muy conocidos en el narcotráfico arosano, se encargaba de recoger y acercar la droga hasta la costa con planeadoras.
La organización preparó en agosto de 2006 un transporte de cuatro toneladas a bordo del yate Zenith que controlaba la policía y que obligó a la tripulación a tirar los fardos por la borda cuando el barco fue avistado por una patrullera de Aduanas. La investigación pudo constatar que el Gloria Brasil había salido al encuentro del yate y del barco nodriza para suministrarles combustible hasta el punto de que quedó vacío y fondeado en alta mar, donde fue auxiliado por un petrolero.
Además, en la última operación que organizó el grupo de Vélez Garzón (que comenzó a operar en España como lugarteniente de José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco) la policía sospecha que otro barco de Juncal, aún sin identificar, habría transportado el cargamento desde Venezuela que transbordó al Zenith. El yate vio sorprendido por una persecución aérea y de nuevo tuvo que deshacerse de la droga, aunque la Policía pudo recuperar 1.800 kilos de cocaína y detener a 37 personas, entre ellas Juncal y su socio Maquieira.
La expansión de Nanton en África, donde creó empresas pesqueras en Mauritania, Mozambique y Namibia, pudo ser para Alfonso Juncal el filón de los contactos para operar en el narcotráfico, aunque sus tentáculos empresariales llegaron a China, India, Rusia y Portugal.