Los españoles están entre los europeos más críticos con EE UU

Un informe del grupo de análisis PEW refleja los sentimientos hacia la primera potencia

Todo parece indicar que España se está convirtiendo en la punta de lanza del sentimiento antiestadounidense europeo. O al menos eso es lo que los españoles piensan, según el informe sobre actitudes globales que el grupo de análisis PEW ha llevado a cabo entre 45.239 personas de 47 países, presentado ayer en Washington. Ligeramente superior que en el informe de 2006, el prestigio de EE UU sigue por los suelos en España, donde sólo un 34% de los ciudadanos tiene una buena imagen de la primera potencia mundial.

"En comparación, el 60% de los españoles tiene una opinión desfavorable de Esta...

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Todo parece indicar que España se está convirtiendo en la punta de lanza del sentimiento antiestadounidense europeo. O al menos eso es lo que los españoles piensan, según el informe sobre actitudes globales que el grupo de análisis PEW ha llevado a cabo entre 45.239 personas de 47 países, presentado ayer en Washington. Ligeramente superior que en el informe de 2006, el prestigio de EE UU sigue por los suelos en España, donde sólo un 34% de los ciudadanos tiene una buena imagen de la primera potencia mundial.

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"En comparación, el 60% de los españoles tiene una opinión desfavorable de Estados Unidos", dice el informe. Y añade: "En 2000, una gran mayoría en Canadá, Reino Unido, Francia y Alemania tenía una imagen positiva de EE UU. Y lo mismo sucedía en España, con un 50%". Mucho ha cambiado el panorama.

El sentimiento anti EE UU en España es tan acentuado que sitúa a nuestro país a los niveles de los territorios palestinos, Francia, Alemania o Kuwait. Por ejemplo, siete de cada diez españoles creen que EE UU fomenta la desigualdad entre ricos y pobres con sus políticas.

Aunque el ciudadano español diferencia entre Gobierno y población, sólo a un 46% de los encuestados le caen bien los ciudadanos estadounidenses. Este porcentaje es el más bajo de los aliados tradicionales de EE UU en Europa. España está, de hecho, por debajo de Italia, Alemania o Francia. "Aunque las opiniones favorables sobre los estadounidenses han caído en la mayoría de países de Europa, se mantienen, por lo general, positivas", se lee en el informe. "En cada país europeo hay más gente que expresa opiniones positivas sobre los estadounidenses que sobre el país".

De entre todos los países occidentales, España es el más crítico con el presidente George W. Bush: un 88% de los españoles dice no confiar ni en Bush ni en Vladímir Putin como presidentes de dos grandes potencias mundiales. Tan sólo un exiguo 7% confía en el presidente de los estadounidenses, exactamente la misma cifra que el año pasado. Es, además, la mitad del 14% francés. Hugo Chávez, con un 16%, obtiene mejor nota.

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Hablar de la política exterior de EE UU a un español es mentarle el desastre. España tiene la población más crítica con la diplomacia estadounidense, sólo ligeramente superada por Francia y Suecia entre los encuestados. Un 75% de los españoles cree que los intereses de EE UU no coinciden en absoluto con los españoles. De todos modos, España es más radical, pero no es una excepción: la llamada vieja Europa tiene la impresión general de que los intereses de los aliados a ambos lados del Atlántico difieren.

Sin embargo, España es el nuevo adalid del fervor comunitario en la vieja Europa. Un 80% de los encuestados considera que la Unión Europea es beneficiosa para el interés nacional. Ni siquiera los países fundadores, los miembros del eje europeo -Francia y Alemania-, son tan entusiastas. Sólo incorporaciones recientes como Polonia o Bulgaria son ligeramente más apasionados, con cifras que rondan el 83%.

España también destaca como uno de los países más críticos con las campañas bélicas de Estados Unidos. Un 71% de los españoles asegura que los aliados tendrían que retirarse de Irak cuanto antes, como el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hizo con las tropas españolas en 2004. El porcentaje que cree que se debería hacer lo mismo en Afganistán no es mucho menor: un 67%.

La particular "guerra contra el terrorismo" del presidente George W. Bush no convence en España. Si un 63% la apoyaba en el año 2003, después de los atentados del 11-M esta cifra cayó a un 26% en 2005 y se ha mantenido en torno al 20% desde entonces. El apoyo a esta política estadounidense ha caído drásticamente en toda Europa, con una media de al menos 25 puntos porcentuales en casi todos los países.

A pesar de todo, los norteamericanos no parecen afectados por esta mala imagen que de ellos tienen los españoles. La CIA, por ejemplo, sigue llamando a España "un campeón global de la libertad" en su anuario estadístico.

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