MIRADOR

Reglas de juego

El Partido Popular ha dejado a Izquierda Unida sin grupo parlamentario en el Senado, al privarle del único senador que le correspondía a esta fuerza en virtud de los resultados a la Asamblea de Madrid. El artículo 255 del reglamento de la cámara regional establece que el reparto de los 6 senadores que le corresponden a Madrid se hará de acuerdo con "el sistema proporcional", aunque no aclara a cuál de los posibles sistemas proporcionales se refiere. Hasta 1991, la Asamblea madrileña aplicó la Ley d?Hont. Pero desde entonces se inclinó por la proporcionalidad pura, lo que permitió que Izquierda...

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El Partido Popular ha dejado a Izquierda Unida sin grupo parlamentario en el Senado, al privarle del único senador que le correspondía a esta fuerza en virtud de los resultados a la Asamblea de Madrid. El artículo 255 del reglamento de la cámara regional establece que el reparto de los 6 senadores que le corresponden a Madrid se hará de acuerdo con "el sistema proporcional", aunque no aclara a cuál de los posibles sistemas proporcionales se refiere. Hasta 1991, la Asamblea madrileña aplicó la Ley d?Hont. Pero desde entonces se inclinó por la proporcionalidad pura, lo que permitió que Izquierda Unida mandara un senador por Madrid.

Ahora vuelve a cambiar, tras la victoria de Esperanza Aguirre en las elecciones autonómicas. El PP no ha consultado la modificación con el resto de los grupos, como hubiera exigido una mínima lealtad institucional. Ha dispuesto de las reglas de juego sin ocultar que el único motivo para hacerlo es garantizarse el mayor número de representantes en el Senado. El portavoz popular en la Asamblea madrileña, Antonio Beteta, ha asegurado que mantener el sistema aplicado hasta ahora supondría una traición a los electores del PP. Pero modificarlo según los intereses de la mayoría sería, entonces, una traición a todos los electores.

El asunto no ha podido ser resuelto mediante la negociación política y su destino ha sido, como en tantos otros casos, el de los tribunales. Cuando estos dicten sentencia, no sólo habrán dado la razón a un grupo parlamentario sobre otro; habrán demostrado que la política va siendo incapaz de caminar sin las muletas de la justicia.

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