La adjudicación de obras públicas cae por segundo año consecutivo en Galicia

La nueva política de "menos cemento y más conocimiento" enoja a las constructoras

La contratación de obras públicas en Galicia ha caído por segundo año consecutivo. El desplome, entre 2004 y 2006, es de casi 500 millones de euros anuales. La mayor reducción se refiere a las obras adjudicadas por la Xunta y universidades, que bajan un 34% en un año. La nueva política económica de "menos cemento y más conocimiento", anunciada por el conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, aparece como un hecho. Los datos enojan a la Federación Gallega de la Construcción que ayer hizo público el estudio y pidió más obras públicas.

La Xunta recortó en 2006 en 82,3 millones...

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La contratación de obras públicas en Galicia ha caído por segundo año consecutivo. El desplome, entre 2004 y 2006, es de casi 500 millones de euros anuales. La mayor reducción se refiere a las obras adjudicadas por la Xunta y universidades, que bajan un 34% en un año. La nueva política económica de "menos cemento y más conocimiento", anunciada por el conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, aparece como un hecho. Los datos enojan a la Federación Gallega de la Construcción que ayer hizo público el estudio y pidió más obras públicas.

La Xunta recortó en 2006 en 82,3 millones de euros las obras públicas adjudicadas con respecto a 2005; las universidades bajaron la contratación en 147 millones; y las diputaciones en casi 3 millones. Si la caída de las obras públicas en Galicia no fue mayor fue gracias a que el Estado aumentó su inversión real en 168 millones y los ayuntamientos lo hicieron en casi 26 millones.

La Federación Gallega de la Construcción lamentó ayer la progresiva bajada de las inversiones y subrayó que Galicia aún necesita más dinero para construir "infraestructuras, para que el progreso y el crecimiento económico nos permitan converger con el resto de España y la Unión Europea", según expresó Ángel Fernández Presas, presidente de la citada patronal.

La contratación y subcontratación de obras públicas constituyen el alimento básico de la mayoría de las empresas constructoras. En Galicia la compañía más contratada es Acciona, que en 2006 ha desbancado a ACS Dragados. Según los cálculos de la patronal gallega de la construcción, sólo el 40% de las obras públicas han sido contratadas a empresas gallegas.

Entre la lista de contratistas de Galicia, la pontevedresa Constructora San José ha pasado a ocupar el primer lugar, con 4 obras por importe de 65,1 millones de euros, destronando a la orensana Copasa. Las empresas con mayor número de obras públicas adjudicadas en Galicia son las pontevedresas Taboada y Ramos SA (55 adjudicaciones públicas) y Covsa (84 obras).

Por organismos públicos, la administración más inversora continúa siendo, como es tradicional, el Gobierno central. En 2006 el Estado adjudicó en Galicia obras por importe de 818 millones de euros, el doble que la Xunta (402,8 millones). Los ayuntamientos, en año preelectoral, contrataron 206,6 millones de euros, seguidos de las diputaciones (73 millones) de las universidades (33 millones).

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Por provincias, Pontevedra ha sido, por vez primera, la que mayor inversión pública ha captado, con 539 millones, seguida de A Coruña (458 millones), Lugo 363 millones) y Ourense (177 millones).

La tendencia a la caída del dinero destinado a infraestructuras de cemento podría corregirse en los próximos años si, como se ha anunciado, son contratadas las obras de construcción del AVE entre Santiago y la Meseta y Vigo y la Meseta.

Riesgo de pinchazo

Sin embargo, los constructores ven con miedo la nueva política, indicando que en los dos últimos años sus empresas se han estado sosteniendo "gracias a las obras de vivienda residencial". La patronal gallega de los constructores advierte que su sector representa casi el 13% del Producto Interior Bruto (PIB) de Galicia y que emplea a 142.000 personas. En su opinión, un desplome continuado de la contratación de obra pública provocaría una sangría de empleo y un frenazo al crecimiento económico.

La Xunta, por su parte, ya anunció a principio de año había reenfocado su política económica y de inversiones públicas, hacia otro tipo de proyectos más ligados a la innovación y la industria. El cambio de orientación viene forzado por el nuevo programa de fondos y créditos europeos, que limita las infraestructuras físicas y ofrece mayores posibilidades de subvención a los proyectos de investigación y desarrollo. Entre 2005 y 2004 la inversión en obras públicas cayó en 400 millones; y entre 2005 y 2006 lo ha hecho en 39 millones.

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