La balanza local se mueve

La jornada electoral en los municipios vascos deparó sorpresas de calado que anuncian cambios profundos en el poder municipal para la próxima legislatura. En Vizcaya, los comicios le han pasado una factura considerable al PNV, que puede perder las alcaldías de Basauri, Gernika y Sestao. En Guipúzcoa se ha quedado sin todos los pueblos que integran el cinturón de San Sebastián y sin las principales localidades del Alto Deba (Mondragón y Bergara). Todas ellas en favor de ANV, que se ha erigido en la lista más votada. Otra cosa son las opciones reales que tiene de gobernar, dado que un posible en...

La jornada electoral en los municipios vascos deparó sorpresas de calado que anuncian cambios profundos en el poder municipal para la próxima legislatura. En Vizcaya, los comicios le han pasado una factura considerable al PNV, que puede perder las alcaldías de Basauri, Gernika y Sestao. En Guipúzcoa se ha quedado sin todos los pueblos que integran el cinturón de San Sebastián y sin las principales localidades del Alto Deba (Mondragón y Bergara). Todas ellas en favor de ANV, que se ha erigido en la lista más votada. Otra cosa son las opciones reales que tiene de gobernar, dado que un posible entendimiento entre PNV y PSE podría cerrarles el paso. Mientras, en Álava los peneuvistas conservaron sus principales feudos.

Aunque el PNV logra el mayor número de alcaldes y concejales, sufre algunos varapalos, de los que, en general, se benefician el PSE y ANV. Las urnas confirmaron los pronósticos en el caso de Bilbao, con la mayoría holgada de Iñaki Azkuna (PNV); de San Sebastián, donde Odón Elorza confirmó plenamente su tirón electoral, y la sorpresa la deparó Vitoria. El socialista Patxi Lazcoz fue el más votado. Por primera vez en la historia de la ciudad, el PSE obtiene ese honor.

Un recorrido pormenorizado por las principales localidades de la comunidad da cuenta de la fragmentación del voto y de que en muchos pueblos serán necesarias las alianzas para poder gobernar. Las mayorías absolutas prácticamente desaparecen del mapa, excepto en las localidades más pequeñas.

En el caso de Álava (a excepción de Vitoria), el PNV es el dominador, salvo en La Rioja Alavesa, donde el PP consigue mantenerse como el más votado en las principales localidades. El Valle de Aiala, la zona más populosa de la provincia, se consolida como el gran feudo de los nacionalistas en su conjunto. Se imponen en todos los municipios de la zona. En el caso de Llodio, la localidad más populosa, el PNV revalida en solitario el éxito que cosechó la anterior legislatura en coalición con EA, aunque desde una situación de mayoría minoritaria.

En la vecina Amurrio, es el incombustible alcalde Pablo Isasi, de EA, que se presentaba por sexta vez, el que vuelve a cosechar más votos, aunque tendrá que pactar para gobernar debido a las estrecheces con que ha logrado imponerse al PNV.

Mientras, en la zona de la Llanada Alavesa, otro de los veteranos, Iñaki Beraza, que esta vez concurría como independiente a la alcaldía de Salvatierra tras desmarcarse de su partido por no ir en coalición con el PNV, se impuso de una manera desvastadora para el resto. En el pueblo de Alegría, el PNV se hizo con el mayor número de votos. El PNV viste también de color nacionalista Aramaiona, en la que logra una mayoría incontestable.

La incógnita de ANV

El Partido Popular, por su parte, es la lista más votada en tres de los ayuntamientos emblemáticos de la Rioja Alavesa. Es el caso de Baños de Ebro, Labastida y Laguardia. En cambio, pierde Navaridas. Los populares han pasado con relativo éxito el examen en la Rioja Alavesa, el único feudo (después de perder Vitoria) con el que cuentan en el conjunto de la comunidad autónoma. El PNV le ha arrebatado dos ayuntamientos, los de Oyón y Navaridas. El PSE, por su parte, mantiene Elciego y Ribera Baja.

En Guipúzcoa, los socialistas mantienen su primacía en la capital. Su liderazgo permitirá a Odón Elorza encadenar el quinto mandato consecutivo. Ahora, con 12 ediles puede alcanzar la mayoría absoluta si sella un acuerdo con EB-Aralar.

En los pueblos del entorno, donde ANV ha podido concurrir, se dibuja un nuevo panorama a partir del retorno de los independentistas a las corporaciones locales donde Batasuna ha dominado históricamente. Es el caso de Hernani, donde esta formación consigue la mayoría absoluta o de Mondragón, donde es la vencedora, aunque tendrá dificultades para recuperar la alcaldía que ostentó durante varias legislaturas. Pasaia Oiartzun, Lezo y Usurbil, municipios con un gran arraigo independentista, vuelven a ser los dominadores y podrían recuperar las alcaldías.

Irún, la segunda localidad guipuzcoana, ha ratificado la supremacía de los socialistas, donde rozan la mayoría absoluta. En Lasarte-Oria, feudo del PSE, pierden peso ante la fragmentación provocada por la concurrencia de ANV y la presencia de una plataforma ciudadana independiente. Rentería y Andoain aguantan el tirón y los socialistas siguen como primera fuerza. Los nacionalistas aguantan el desgaste general en ayuntamientos como Bergara, Oñate y Tolosa. Más difícil lo tendrán en Mondragón, donde la igualdad de fuerzas abre muchas posibilidades para conformar el equipo de gobierno. En el territorio guipuzcoano es donde el PNV ha notado más que en cualquier otro sitio la presencia de ANV y el no concurrir en coalición con EA.

Y para confirmar la pérdida de poder municipal que ha sufrido el PNV en Guipúzcoa, en Vizcalas elecciones también le han pasado factura. Podría perder la alcaldía en tres localidades importantes: Basauri, Gernika (donde siempre ha dirigido el consistorio desde 1979) y Sestao. En cambio, los peneuvistas han logrado un gran resultado en Santurtzi, en detrimento de los socialistas.

En la Margen Izquierda, los socialistas han visto reforzado su poder, al ganar las elecciones en Sestao y Portugalete (donde hace cuatro años fueron rebasados por el PNV) y aumentar su liderazgo en Barakaldo (ganan tres ediles). En cambio, logran un gran resultado en Santurtzi, con 11 ediles (tres más que ahora), frente a los siete del PSE, que ha tenido la alcaldía el último cuatrienio con ocho corporativos, por lo que pierde uno.

Empate en Getxo

El otro dato relevante es lo sucedido en Getxo, la tercera población vizcaína, donde el PNV supera en sólo 769 votos al PP (frente a los 4.000 de diferencia de 2003) y pierde un concejal (pasa de 11 a 10). Los populares ganan, en cambio, un edil y alcanzan los 10. El gobierno municipal en esta emblemática localidad queda en manos de un hipotético pacto de cualquiera de los dos partidos con el PSE.

En Basauri, la alcaldía puede pasar a manos del PSE, que logra nueve ediles frente a los siete del PNV, que dirige ahora el ayuntamiento con 10 corporativos. Los peneuvistas también pueden quedarse sin alcalde en Gernika, por primera vez desde los ayuntamientos democráticos, al ser rebasados por EA (seis concejales), frente a los cinco del PNV. La presencia de ANV, con cuatro ediles, ha sido determinante en el descalabro del PNV.

En la costa vizcaína, el mapa electoral apenas tiene variaciones, con el PNV al frente en Bermeo (le arrebata la alcaldía a EA), Lekeitio y Ondarroa. En las tres localidades, la izquierda abertzale no ha tenido lista.

El PNV logra buenos resultados en otras localidades importantes del área metropolitana: en Erandio tiene garantizada la mayoría absoluta con 12 corporativos (los mismos que ahora pero en coalición con EA) y en Leioa alcanza los diez ediles y se sitúa al borde de la mayoría absoluta. En Durango, el PNV gana con siete concejales pero no logra absorber lo logrado hace dos años en la coalición con EA, cuando llegó a diez ediles. ANV se sitúa como segunda fuerza, con cuatro ediles, los mismos que el PSE.

Información elaborada por Eduardo Azumendi, Alberto Uriona y Mikel Ormazabal