Las tormentas causan daños por valor de 300 millones en 400.000 hectáreas

Viñedos, frutas y los cereal son los sectores más perjudicados por el temporal de lluvia

La lluvias torrenciales han provocado daños muy importantes en el campo. Los cultivos más afectados son el viñedo, algunas frutas y el cereal. Por zonas, las tormentas se han cebado con Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León. Las organizaciones agrarias estiman daños sobre una superficie de entre 200.000 y 400.000 hectáreas por un valor de 300 millones, aunque en el viñedo aún es posible recuperar las plantas. El Consorcio de Compensación de Seguros ha recibido ya más de 2.700 expedientes por daños, aunque faltan los de las zonas más afectadas.

El efecto de las tormentas en a...

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La lluvias torrenciales han provocado daños muy importantes en el campo. Los cultivos más afectados son el viñedo, algunas frutas y el cereal. Por zonas, las tormentas se han cebado con Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León. Las organizaciones agrarias estiman daños sobre una superficie de entre 200.000 y 400.000 hectáreas por un valor de 300 millones, aunque en el viñedo aún es posible recuperar las plantas. El Consorcio de Compensación de Seguros ha recibido ya más de 2.700 expedientes por daños, aunque faltan los de las zonas más afectadas.

Pese a los daños, los expertos creen que las lluvias propiciarán cosechas abundantes

El efecto de las tormentas en amplias zonas del país -400.000 hectáreas equivalen a la mitad de la superficie de la comunidad de Madrid- ha sido brutal. Así lo indican los primeros datos del recuento de daños. Un ejemplo: el Consorcio de Compensación de Seguros ha recibido ya más de 2.700 expedientes de reclamación. Pueden parecer muchos, pero faltan los de las zonas más afectadas por las trombas, en el centro y el sur del país.

La cifra de expedientes se multiplicará en los próximos días. Y eso a pesar de que, en los últimos años, el número de agricultores asegurados contra riesgos excepcionales como lluvias torrenciales, incendios y vientos huracanados ha descendido significativamente. A lo largo de esta semana, los cálculos de cultivos dañados en Extremadura (Valle del Jerte, cereza temprana); zonas como Alcázar de San Juan, Villarubia de los Ojos (viñedo, Castilla-La Mancha), Puerta del Segura y Puente del Génave (olivar, en Andalucía) o en otras localidades de Valladolid, León, Zamora (viñedo y cereal, Castilla y León) y Madrid, elevarán los daños a compensar, según estimaciones de las organizaciones agrarias, a más de 300 millones de euros.

Pero una vez asumido el daño inmediato, que ha sido grande y para determinadas zonas catastrófico, en el sector agrario no faltan opiniones optimistas sobre lo que a la larga supondrá una tierra humedecida, con las reservas recuperadas y los acuíferos llenos. Y es que una vez más se confirma que nunca llueve a gusto de todos.

Porque, a pesar de su carácter torrencial, el agua, según los expertos, acabará por tener un efecto positivo para el conjunto del sector agrario. Por resumir: este año, pese a todo, habrá buenas cosechas.

Las previsiones indican que, en cereales de invierno (trigo, cebada, avena y centeno), frente a los nueve millones de toneladas de 2005 y los 15 millones del pasado año, en esta campaña se espera una cosecha mínima de 19 millones de toneladas. En las provincias de la mitad sur de la península la cosecha se halla prácticamente asegurada. Y en la mitad norte, el campo presenta unas perspectivas excelentes, aunque se mantienen los temores a las sequías de junio.

Si el cielo no se vuelve a desplomar sobre el campo, también se espera un incremento de las superficies dedicadas al maíz. Éstas se están sembrando en la actualidad por una razón simple: se dispone en los embalses de más agua para riego.

También en el sector olivarero rige el dicho de que no hay mal que por bien no venga. Las fuertes lluvias de las últimas semanas en las zonas olivareras más importantes hacen prever una gran cosecha. Estará, aseguran en el sector, muy por encima de la producción de 1,1 millones de toneladas de la campaña anterior. Porque existe agua en el subsuelo para las zonas de secano y reservas en zonas de regadíos.

En el caso del viñedo, aunque se ha reducido la superficie de cultivo a 1,05 millones de hectáreas frente a 1,4 millones de hectáreas de los años ochenta, la mejora de rendimientos por hectárea ha supuesto pasar de producciones medias inferiores a los 40 millones de hectolitros, a cosechas medias que pueden superar los 45 millones de hectolitros. Esta campaña, las lluvias hacen predecir, una vez más, una buena cosecha, aunque el pedrisco puede suponer pérdidas concretas en determinadas zonas, como ha sucedido en las últimas fechas en regiones de Castilla-La Mancha o el Duero. Tampoco en el cultivo de frutas hay malas perspectivas,. Frente a las heladas de otras campañas, las producciones de frutas han sufrido sólo algunos cambios bruscos de temperatura. De ahí que se espere una cosecha buena, aunque algo inferior a la de 2006.

Cultivo de viñedos inundado en Alcázar de San Juan (Ciudad Real).ULY MARTÍN

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