El naval firma el acuerdo entre las críticas de UGT y los empresarios

Sindicatos, empresarios y Consellería de Traballo firmaron ayer el acuerdo que el lunes puso fin a la huelga del sector naval en la ría de Vigo. Sin embargo, la firma no restablece el buen entendimiento. Fuentes de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime), patronal que representa al sector, aseguraron ayer a este periódico que "es un mal acuerdo, para nosotros y para ellos".

Las mismas fuentes anticiparon que hoy darán una explicación pública "en la que aclararemos que la CIG [sindicato mayoritario en el sector] no ha actuado bien, ni en el fondo ni en la forma, y e...

Sindicatos, empresarios y Consellería de Traballo firmaron ayer el acuerdo que el lunes puso fin a la huelga del sector naval en la ría de Vigo. Sin embargo, la firma no restablece el buen entendimiento. Fuentes de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime), patronal que representa al sector, aseguraron ayer a este periódico que "es un mal acuerdo, para nosotros y para ellos".

Las mismas fuentes anticiparon que hoy darán una explicación pública "en la que aclararemos que la CIG [sindicato mayoritario en el sector] no ha actuado bien, ni en el fondo ni en la forma, y el resultado es que se perjudicará a la contratación fija de eventuales en favor de los empleados de una empresa [la vasca Nervión]".

UGT no acudió a la firma, tal y como había anunciado, al coincidir con la patronal en que se trata de un mal acuerdo.Ramón Sarmiento, de Comisiones Obreras, indicó que la patronal parece estar "creando más un escenario de conflicto que uno de diálogo".

CC OO y CIG insisten en calificar de "triunfo sindical" la solución alcanzada tras 15 días de huelga de los 5.000 trabajadores de los astilleros. Antolín Alcántara (CIG) indicó que el número de trabajadores fijos del sector pasará en un año de 1.750 empleados a 3.000, "gracias a las cláusulas de penalización firmadas hoy". Los astilleros tienen que construir 44 barcos nuevos en tres años.

El delegado de la Consellería de Traballo en Vigo, Pedro Borrajo, fue el árbitro de los cinco días de negociaciones. "El acuerdo", dijo Borrajo, "fue difícil, pero oportuno en este momento y da respuesta a lo que Vigo se merece".