Elecciones 27M

Aquel aroma

Si cierro los ojos y me siento en un lugar tranquilo, vuelve con fuerza aquel olor. Es, igual que entonces, un aroma intenso a piedra húmeda. Entraba en el portal, dejaba la cartera junto al ascensor, y me sentaba en un peldaño. A respirar Barcelona. Busco en ese olor y también en el silencio provinciano, y a la vez cosmopolita, de aquella ciudad ordenada, de gente discreta y tolerante. No había turistas. Pero tenía que pasar: nuestros grises edificios han sido descubiertos. Y ahora, cuando los visitantes miran hacia arriba, observando balcones, invoco a los dioses de las viejas ciudades para ...

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Si cierro los ojos y me siento en un lugar tranquilo, vuelve con fuerza aquel olor. Es, igual que entonces, un aroma intenso a piedra húmeda. Entraba en el portal, dejaba la cartera junto al ascensor, y me sentaba en un peldaño. A respirar Barcelona. Busco en ese olor y también en el silencio provinciano, y a la vez cosmopolita, de aquella ciudad ordenada, de gente discreta y tolerante. No había turistas. Pero tenía que pasar: nuestros grises edificios han sido descubiertos. Y ahora, cuando los visitantes miran hacia arriba, observando balcones, invoco a los dioses de las viejas ciudades para que protejan las piedras. Para que esa anciana tras el cristal salga a colgar la ropa, y que ese piso no se convierta en tres miniapartamentos que sus nietos no podrán pagar.

Algunas mañanas corro hasta mi bar de la esquina, rezando por que siga ahí y no haya sido engullido por las franquicias. Luego cojo el metro y llego hasta La Rambla, soñando que, cuando salga, esta ciudad habrá reducido el tráfico. Entonces, compraré un ramo de mimosas y me sentaré en un banco junto al colmado de Ahmed. A respirar Barcelona.

Rosa Cullell es directora general del Liceo

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