¿Qué echa en falta en las campañas electorales?

Arantza Zabala dirige la galería de arte Ederti desde su fundación hace ya 33 años. El 7 de febrero de 1974 celebró la apertura de la galería con un grupo de invitados. Al día siguiente la exposición De Rodin a nuestro días ya pudo ser visitada por el público. Desde aquel día muestra a los aficionados al arte el trabajo de sus artistas en el mismo local de la Alameda de Rekalde de Bilbao, dejándose guiar por su gusto. "Sigo colgando los cuadros sobre las mismas paredes de siempre", presume Zabala.

Arantza Zabala busca la información electoral en los medios de comunicación cada ve...

Arantza Zabala dirige la galería de arte Ederti desde su fundación hace ya 33 años. El 7 de febrero de 1974 celebró la apertura de la galería con un grupo de invitados. Al día siguiente la exposición De Rodin a nuestro días ya pudo ser visitada por el público. Desde aquel día muestra a los aficionados al arte el trabajo de sus artistas en el mismo local de la Alameda de Rekalde de Bilbao, dejándose guiar por su gusto. "Sigo colgando los cuadros sobre las mismas paredes de siempre", presume Zabala.

Arantza Zabala busca la información electoral en los medios de comunicación cada vez que los ciudadanos son llamados a votar, pero sin excesivo interés, reconoce, porque le resulta muy aburrido. "No se notan los cambios de una elección a otra. A pesar de que va pasando el tiempo, siempre parece la misma campaña", lamenta.

Zabala cree que las campañas ganarían interés si los candidatos se lanzaran a hablar de los asuntos más cercanos a los ciudadanos. "Echo en falta los debates cara a cara entre los candidatos, que permitan comprobar si son capaces de bajar al detalle de las propuestas concretas", dice. "Las campañas presentan las cosas muy bonitas, pero sin una discusión real de las distintas soluciones que propone cada partido".

Zabala preferiría los enfrentamientos directos de candidatos, sin la mediación de periodistas y ni siquiera abiertos a las preguntas de los ciudadanos. "Las entrevistas no son tan eficaces, porque el político siempre acaba hablando de lo que quiere".