Tribuna:

BCE y euro

El BCE mantendrá los tipos de interés en su reunión del próximo jueves. En cualquier caso, cabe esperar que anuncie una nueva subida de tipos oficiales para junio, confirmando así las expectativas de mercados y analistas. Las condiciones domésticas aportan argumentos de peso al BCE para seguir con las subidas de tipos. La economía mantiene un notable dinamismo en este comienzo de año que previsiblemente se mantendrá en el corto plazo, tal y como anticipa el optimismo de los agentes (empresarios y consumidores).

La liquidez del sistema parece ser todavía amplia a juzgar por el crecimient...

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El BCE mantendrá los tipos de interés en su reunión del próximo jueves. En cualquier caso, cabe esperar que anuncie una nueva subida de tipos oficiales para junio, confirmando así las expectativas de mercados y analistas. Las condiciones domésticas aportan argumentos de peso al BCE para seguir con las subidas de tipos. La economía mantiene un notable dinamismo en este comienzo de año que previsiblemente se mantendrá en el corto plazo, tal y como anticipa el optimismo de los agentes (empresarios y consumidores).

La liquidez del sistema parece ser todavía amplia a juzgar por el crecimiento de los agregados monetarios y, en particular, del crédito. La inflación, si bien se mantiene ligeramente por debajo del 2%, sigue siendo un motivo de continua vigilancia por parte del BCE en un entorno en el que el margen de utilización de los recursos productivos se ha estrechado. La tasa de desempleo se sitúa en mínimos históricos y el grado de utilización de la capacidad productiva supera los niveles del anterior máximo cíclico.

El comunicado del Banco Central Europeo previsiblemente anunciará la subida de tipos de junio, sin alusiones explícitas al euro

Pero, al tiempo que se confirma la buena marcha de la economía, el euro se fortalece frente a las principales divisas. De hecho, el tipo de cambio efectivo real del euro ha alcanzando máximos no vistos desde finales de 2004, contribuyendo así a reabrir el debate sobre las implicaciones del tipo de cambio en las decisiones de política monetaria. Para algunos, la apreciación del euro, en la medida en que contribuye a que las condiciones financieras sean menos acomodaticias, constituye un argumento para no ver más subidas de tipos. Otros, sin embargo, tienden a minimizar el impacto de la apreciación del euro sobre el crecimiento y, por tanto, no perciben que deba afectar a las decisiones de política monetaria.

¿Dónde si sitúa el BCE con relación al euro? Por ahora y a diferencia de las reacciones que se produjeron a finales de 2004, cuando Trichet hablaba de la "brutalidad" de los movimientos de los tipos de cambio, las alusiones al tipo de cambio han sido escasas e incluso han tratado de quitar importancia a su impacto. Así que no hay indicios para pensar que la autoridad monetaria vaya a alterar las expectativas de subidas de tipos. De momento, en su próximo comunicado cabe esperar poco en lo relativo a alusiones explícitas al tipo de cambio y mucho en relación con el anuncio de la subida de junio. Lo vemos el jueves.

Sonsoles Castillo es economista jefe para Europa del Servicio de Estudios de BBVA.

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