30 civiles afganos mueren en la ofensiva de la OTAN en Herat
Al menos 30 civiles murieron en la provincia de Herat, en el oeste de Afganistán, en los enfrentamientos del pasado fin de semana entre las fuerzas de la OTAN y los talibanes. La Alianza dijo que había matado a 136 talibanes, pero la policía afgana informó ayer de que entre los muertos había 30 civiles, muchos de ellos mujeres y niños. En la provincia de Herat se encuentra el grueso de los 690 soldados españoles destacados en Afganistán.
La OTAN comunicó el pasado lunes que en sus ataques en el distrito de Shindand, en el sur de Herat, utilizó fuego de artillería y apoyo de la fuerza aé...
Al menos 30 civiles murieron en la provincia de Herat, en el oeste de Afganistán, en los enfrentamientos del pasado fin de semana entre las fuerzas de la OTAN y los talibanes. La Alianza dijo que había matado a 136 talibanes, pero la policía afgana informó ayer de que entre los muertos había 30 civiles, muchos de ellos mujeres y niños. En la provincia de Herat se encuentra el grueso de los 690 soldados españoles destacados en Afganistán.
La OTAN comunicó el pasado lunes que en sus ataques en el distrito de Shindand, en el sur de Herat, utilizó fuego de artillería y apoyo de la fuerza aérea, pero que no tenía constancia de ninguna baja civil. Shafiq Fazli, jefe de la policía en Herat, dijo ayer: "Hay al menos 30 civiles, incluidos mujeres y niños, entre los muertos". El gobernador del distrito de Shindand también confirmó la muerte de ciudadanos afganos por el fuego aéreo de la coalición internacional.
El lunes, los vecinos de la zona asaltaron la comisaría local en Shindand, y acusaron a los agentes de colaborar con los estadounidenses en la matanza de inocentes. En la ciudad de Jalalabad, al este del país asiático, ayer se repitieron, por tercer día consecutivo, las protestas por la muerte de civiles a manos de las fuerzas de la coalición liderada por EE UU. Cientos de personas, en su mayoría estudiantes, cortaron el tráfico de la principal carretera con destino a la capital, Kabul, y pidieron la dimisión del presidente afgano, Hamid Karzai.
La muerte de civiles en Afganistán fue, según dijo la propia OTAN en enero, su mayor error en 2006. La Alianza ha sido acusada de no tener aprecio por la vida de los inocentes en sus ataques contra los talibanes. El pasado diciembre, el presidente Karzai acusó a la coalición "de matar a nuestros hijos".
La OTAN respondió comunicando que sus tropas se estaban esforzando en reducir el número de muertes civiles en las operaciones militares. Pero también se defendieron afirmando que en 2006 habían matado a menos gente que los talibanes, que lanzaron más de 100 ataques suicidas.