Rafael Gómez vende bienes por 350 millones tras la operación Malaya
El empresario cordobés Rafael Gómez, detenido en la segunda fase de la operación Malaya contra la corrupción urbanística y municipal en Marbella (Málaga), ha vendido parte de su vasto patrimonio en la Costa del Sol por un total de 350 millones de euros.
El parque de atracciones Tívoli en Benalmádena, una zona de aparcamientos en PuebloSol -en la misma localidad- y siete millones de metros cuadrados de suelo son los bienes de los que se habría desprendido este constructor, en libertad bajo fianza de 300.000 euros desde junio de 2006, según informaron ayer los diarios del grupo Joly.
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El empresario cordobés Rafael Gómez, detenido en la segunda fase de la operación Malaya contra la corrupción urbanística y municipal en Marbella (Málaga), ha vendido parte de su vasto patrimonio en la Costa del Sol por un total de 350 millones de euros.
El parque de atracciones Tívoli en Benalmádena, una zona de aparcamientos en PuebloSol -en la misma localidad- y siete millones de metros cuadrados de suelo son los bienes de los que se habría desprendido este constructor, en libertad bajo fianza de 300.000 euros desde junio de 2006, según informaron ayer los diarios del grupo Joly.
La sociedad beneficiaria de la venta de estos activos ha sido la compañía Grupo Tremón, una empresa madrileña dedicada a la construcción, promoción inmobiliaria y negocio hotelero que tiene "importantes intereses inmobiliarios y hoteleros en Málaga y buena parte de Andalucía".
La citada publicación señala que el propietario de la constructora Arenal 2000, más conocido como Sandokán, optó por la venta de este patrimonio para hacer frente a los "apuros económicos" en que se encuentra tras su imputación en la trama de corrupción marbellí, si bien también apunta a la moderación del sector inmobiliario como otra de las posibles razones.
Tras esta operación comercial, Gómez aún quedaría con un último gran proyecto en la Costa del Sol, el hospital privado Xanit, en Benalmádena, cuya inversión ascendió a unos 50 millones de euros.
Según consta en la parte alzada hasta ahora del sumario de la operación Malaya, Gómez es sospechoso de haber pagado importantes sumas de dinero a la Corporación municipal de Marbella para obtener favores inmobiliarios, razón por la cual el juez instructor le imputó un delito de cohecho.