La cochera de autobuses de Poblenou cierra para convertirse en 200 viviendas de protección oficial

La estación, inaugurada en 1923, era el garaje de vehículos más antiguo de TMB

El garaje de autobuses de Poblenou, más conocido como la Cochera de Luchana, cerró ayer sus puertas, tras 84 años de servicio. Los 10.000 metros cuadrados del solar se destinarán en breve a construir 200 viviendas de protección oficial y la sede del Archivo Municipal, así como otros servicios para el barrio, de acuerdo con el plan diseñado por el Consorcio del 22@. A la ceremonia de clausura asistieron unas 500 personas, en su mayoría empleados de la compañía de transporte, algunos de los cuales habían trabajado más de 30 años en esta cochera.

"Desde 1971 trabajé en esta cochera....

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El garaje de autobuses de Poblenou, más conocido como la Cochera de Luchana, cerró ayer sus puertas, tras 84 años de servicio. Los 10.000 metros cuadrados del solar se destinarán en breve a construir 200 viviendas de protección oficial y la sede del Archivo Municipal, así como otros servicios para el barrio, de acuerdo con el plan diseñado por el Consorcio del 22@. A la ceremonia de clausura asistieron unas 500 personas, en su mayoría empleados de la compañía de transporte, algunos de los cuales habían trabajado más de 30 años en esta cochera.

"Desde 1971 trabajé en esta cochera. Empecé como conductor de autobuses. Era el más joven de la compañía", asegura Ramón Díaz, convertido en historiador de la red de transportes de Barcelona.

La Cochera de Luchana fue inaugurada en 1923, como consecuencia del crecimiento de la antigua Compañía General de Autobuses, la red rival de la red de tranvías, que dirigía Mariano Foronda. Esta cochera ha acogido durante más de ocho décadas los vehículos más emblemáticos de la empresa; desde los famosos Chausson franceses a los Imperiales de dos pisos, traídos especialmente el año 1944 de Londres, o la flota de los desaparecidos trolebuses.

"La cochera fue colectivizada por la CNT-FAI durante la Guerra Civil española. Muchos de los vehículos fueron confiscados para servir de transporte hasta el frente de las tropas republicanas", asegura Ramón Diaz, el historiador de la compañía.

Ayer todos estos acontecimientos fueron recordados en un acto íntimo de la compañía, en el transcurso del cual se cerró oficialmente la cochera. La ceremonia, convertida en una fiesta popular, fue también un recorrido nostálgico por la historia del transporte urbano.

Los tinglados del gran solar serán desmontados uno a uno, pero respetando todos los elementos arquitectónicos que se han ido acumulando en el lugar. Se salvará la verja de la entrada, que está considerada como uno de los mejores ejemplos de art decó. Asimismo, se preservarán las farolas y la fachada del recinto situado en la calle de Ciudad de Granada 112, ambos elementos también pertenecientes al estilo decó. Hace tiempo que se decidió también preservar el edifico singular, que se encuentra en un extremo del solar, y que durante este tiempo sirvió de oficinas de la compañía. Este edificio fue construido en 1928 por el arquitecto Josep Alemany, autor también de la fachada del teatro El Molino.

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El solar que deja vacío la compañía de autobuses será gestionado desde ahora por el consorcio del 22@, que ha decidido construir un grupo de viviendas de protección oficial, jardines y equipamientos para el barrio. Los 79 autobuses que habitualmente se cobijaban en estas instalaciones y los 230 empleados que trabajaban en su mantenimiento han sido distribuidos hoy lunes entre las cuatro cocheras restantes situadas en diferentes puntos de Barcelona. El solar que el Ayuntamiento dio a la compañía como compensación ha sido vendido al Grupo RBA.

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